Hace apenas unos días os presentamos en Diariomotor al nuevo Hyundai i10. El coche urbano de Hyundai se presenta en su tercera generación, con un diseño mucho más maduro, una plataforma completamente nueva y unas cotas exteriores casi idénticas a su predecesor. Coquetea con los 3,70 metros, pero es un coche que se siente de un segmento superior, gracias a una gran carga tecnológica, calidades más que correctas, un maletero muy decente y unas grandes plazas traseras. Ahora Hyundai nos presenta el i10 N Line, con un diseño más deportivo y un motor más potente, un 1.0 T-GDi turbo de 100 CV.
El Hyundai i10 N Line ha sido una de las novedades de Hyundai en el Salón de Frankfurt, junto al prototipo inspirado en el vetusto Hyundai Pony y el Hyundai i30 N Project C, aligerado y orientado a puristas. El Hyundai i10 N Line se separa del resto de Hyundai i10 gracias, en primer lugar, a un diseño diferenciado. El frontal cambia de forma sustancial: la calandra tiene una rejilla diferente, y los LED diurnos dejan de ser redondos para ser rasgados y afilados. Además, tres «lamas» de esta calandra han sido contrastadas, aportando, junto al labio aerodinámico inferior, un toque rojo muy interesante.
Hyundai i10
Las llantas de 16 pulgadas de esta versión más deportiva también son específicas, con un diseño agresivo y de nuevo, detalles de color rojo en el buje. El logotipo del coche, en su pilar C, también se ha rematado en color rojo. El interior del coche es interesante, con un volante más deportivo en el que destacan los paspuntes en color rojo, así como una instrumentación específica – con aros plateados para los relojes analógicos y un patrón de «bandera de cuadros» como fondo de la esfera. El pomo de la palanca de cambios es específico, así como el marco rojo de los aireadores.
Unos pedales de aluminio ponen el toque final a esta deportividad, simpática y poco sucinta. Un coche que se toma la vida con actitud, como debería ocurrir en cualquier coche de su segmento. Por fortuna, el Hyundai i10 N Line hace ruido, y ese ruido está acompañado de nueces. Bajo su capó no tiene un motor atmosférico, tiene un 1.0 T-GDi turbo de tres cilindros, capaz de desarrollar 100 CV y 172 Nm de par motor máximo. Por el momento, Hyundai no ha anunciado prestaciones, pero hemos de tener en cuenta que este coche pesa menos de una tonelada. No te romperá el cuello, pero será un coche más que ágil.
De hecho, muchas más marcas deberían optar por coches construidos bajo esta receta. Coches con una buena relación peso-potencia, asequibles, pintones y con mucha personalidad.