Tras las versiones convencionales, Hyundai ha actualizado su Kona EV de motor eléctrico con un lavado de cara que afecta principalmente al frontal, acercándolo estéticamente más al resto de la gama, así como añadiendo nuevas opciones de equipamiento, pero manteniendo las dos mecánicas eléctricas que conocíamos hasta ahora intactas, con el objetivo de no perder terreno contra importantes competidores como el Peugeot e-2008 o el nuevo Opel Mokka-e.
Las dos mecánicas del Kona EV se mantienen sin cambios: 136 y 204 CV
La principal novedad del Kona EV 2021 nos la encontramos en el apartado estético, con un frontal rediseñado que alberga nuevos faros y luces DRL con tecnología LED, así como una zona completamente lisa donde en un coche tradicional tendríamos una parrilla, y en el anterior Kona una especie de relieve imitándola, además de nuevos paragolpes delanteros y traseros que lo hacen crecer unos 2,5 centímetros en su longitud. Por todo lo demás, exteriormente se mantiene igual, conservando las protecciones en plástico negro que le aportan un aire más campero y robusto junto a la toma de carga CCS en la parte delantera izquierda. Para cerrar este apartado estético cabe mencionar que se han rediseñado las tomas de aire inferior y laterales optimizándolas desde el punto de vista aerodinámico.
Hyundai Kona
Si pasamos al interior, tendremos prácticamente el mismo diseño, con una consola central más alta respecto a las versiones con motor convencional, siendo las grandes novedades en este punto la instrumentación digital que ahora pasa a ser de 10,25 pulgadas y que el sistema de infoentretenimiento, que sigue siendo teniendo las mismas 10,25 pulgas de antes y conectividad Apple CarPlay y Android Auto, es ahora compatible con los nuevos servicios BlueLink de Hyundai que permiten planificar las rutas, programar el climatizador del coche antes de entrar en él o recordar dónde lo aparcaste. No obstante, en materia de seguridad y ayuda a la conducción sí que ha recibido importantes mejoras, como lo son la alerta de tráfico cruzado con capacidad la frenar el vehículo, el detector de ángulo muerto que puede actuar sobre los frenos para modificar levemente la trayectoria del coche o un sistema que nos avisa al salir del coche si se acerca otro vehículo, como por ejemplo una bicicleta o motocicleta.
Finalmente, tal y como hemos dicho al principio, seguirá ofreciéndose en las dos variantes eléctricas conocidas hasta ahora. La versión básica está integrada por un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) y 395 Nm de par que funciona a 327 V y se alimenta de una batería de polímetro de litio de 39,2 kWh de capacidad bruta y con la que puede recorrer una distancia de 305 km según el ciclo WLTP, firmando un 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y una velocidad punta de 155 km/h. La otra mecánica dispone de 150 kW (204 CV), 395 Nm de par y una batería que crece hasta los 64 kWh de capacidad bruta, logrando así una autonomía mayor (484 km), así como un 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y una punta de 167 km/h. Respecto al sistema de recarga, es capaz de cargar en corriente continua a un máximo de 100 kW, permitiendo en menos de una hora alcanzar el 80 % de la capacidad de la batería en ambas versiones partiendo del 10 %, incorporando de serie un cargador de a bordo de 7,2 kW y 10,5 kW de forma opcional.