Hyundai no ha presentado ningún nuevo coche de producción en Ginebra, pero han asombrado a los asistentes con el nuevo Le Fil Rouge. Le Fil Rouge es un prototipo que anticipa el lenguaje de diseño que los coches de la marca portarán orgullosos durante los próximos años. Se trata de una berlina de cuatro puertas y corte dinámico, una reinterpretación en clave moderna – según afirma Luc Donckerwolke, director de diseño de Hyundai – en del histórico Hyundai Coupé Concept del año 1974.
El lenguaje de diseño se llama «Sensual Sportiness», cuya traducción sería «deportividad sensual». Me llama la atención el gran protagonismo de la calandra, casi tan ancha como el propio coche, extendiéndose hasta prácticamente el fin del paragolpes delantero. Esta calandra ya la hemos podido ver en coches como el Hyundai Nexo o el Hyundai Santa Fe, novedades candentes en ambos casos. Las ópticas parecen fundirse con los extremos de la calandra, que prácticamente tocan el paso de rueda.
El perfil lateral es realmente bonito, con unas líneas orgánicas elegantes pero bien marcadas. Llama la atención que la línea lateral fluye sin interrupciones hasta la zaga, donde pasa a formar parte del portón del maletero. Un portón muy tridimensional, de aristas esculpidas y donde podemos ver las dos protuberancias del techo panorámico del concept. Un difusor subraya el conjunto, aportando estabilidad a alta velocidad. Algunos de estos detalles acabarán formando parte de los vehículos de calle.
Nos gusta el aspecto de las llantas, el mimo que ha puesto Hyundai en que cada pequeño detalle encaje en el complicado puzzle que es el diseño de un coche, en mundo en el que «todo parece inventado». En el interior del coche encontramos cuatro plazas, y una combinación de materiales entre los que encontramos la calidez de la tela o la madera natural, frente a fríos metales y fibra de carbono. Hyundai aplica una filosofía llamada «Tube Architecture» al interior, que afirma es tan deportivo y emocional como el exterior del coche.
El puesto de conducción está claramente enfocado al conductor. Al ser un puro ejercicio de diseño, es un coche que carece de mecánica: podría ser un coche eléctrico o un coche convencional.