El futuro de la división N de Hyundai se antoja, cuanto menos, prometedor. El ala más deportiva del fabricante coreano plantea una gran expansión, un plan con el que pretende llegar a nuevos segmentos del mercado, además de posicionarse a la altura de otros fabricantes y sus respectivos coches deportivos. Sin embargo, Hyundai N se muestra muy ambiciosa, tanto como para admitir la posibilidad de desarrollar un coche propio, un deportivo inédito en la gama diseñado para plantar cara a pesos pesados como el Porsche 718 Cayman y su nueva alternativa, el Alpine A110.
Con el adiós del Alfa Romeo 4C, el mercado de los deportivos «asequibles» de gran producción se ha quedado con solo dos coches realmente «puros» en la categoría. Hablamos de los Porsche 718 Cayman y Alpine A110, dos modelos que defienden esa idea de deportivo para todos los públicos, pero de esencia pura en cuanto a cómo debe entenderse un deportivo de verdad. Se trata de un segmento de no demasiadas ventas, pero sí interesante por todo cuanto supone en imagen, especialmente para un fabricante ligado a las altas prestaciones.
Hyundai N no es la primera firma que habla abiertamente sobre la posibilidad de fabricar un deportivo capaz de medirse al Porsche 718 Cayman, el Alpine A110 es un ejemplo muy claro y reciente sobre un proyecto de este tipo. Por ello, desde que arrancó el proyecto de crear a Hyundai N, la posibilidad de fabricar un coche 100% propio siempre ha estado sobre la mesa, especialmente para reafirmar su condición de fabricante de coches deportivos y diferenciados con respecto a la gama Hyundai convencional.
De esta forma, el jefe de Hyundai N Albert Biermann, ha confirmado en una reciente entrevista a EVO que es el momento exacto para fabricar un coche de motor central capaz de rivalizar con Porsche. La estrategia de Hyundai N a corto plazo pasa por el lanzamiento de versiones «N Line» de todos los modelos de Hyundai y el desarrollo de variantes «N» de altas prestaciones de algunos modelos como el Hyundai i30. El siguiente paso lógio pasa entonces por fabricar un coche completamente propio, un deportivo cuya filosofía habría sido adelantada por el prototipo Hyundai RM19 y que podría llegar a las calles en un plazo máximo de 4 años.