Hace unos meses Hyundai presentó en sociedad un prototipo llamado RM16. A grandes rasgos, se trataba de un Hyundai Veloster biplaza, con un motor en posición central-trasera y grandes dosis de deportividad. Este prototipo hacía uso de un motor turboalimentado de dos litros, con 300 CV de potencia. Entre sus innovaciones y características a destacar, el uso de un compresor eléctrico y un diferencial autoblocante electrónico. Francamente, nadie esperaba que el Hyundai RM16 llegase a producción… hasta que se le ha visto rodar en Nürburgring.
En uno de los días dedicados a la industria del automóvil, un Hyundai RM16 con poco camuflaje ha sido visto rodando a buen ritmo en el Infierno Verde. Su carrocería es prácticamente idéntica a la del prototipo presentado el pasado mes de junio. Dicen las malas lenguas que este Hyundai RM16 anticipa una segunda generación del Veloster, estrenado hace ya años. Con un diseño asimétrico, el Veloster destacaba por su originalidad. El Hyundai RM16 podría destacar por grandes innovaciones técnicas y una estructura muy novedosa para Hyundai.
Aunque la marca coreana no es ajena al segmento de los deportivos, sí lo es al concepto de motor central. El primer desarrollo de la submarca deportiva «N», sería la versión de producción de este prototipo. Podría ser presentado en el próximo Salón de Ginebra, aunque quizá Hyundai prefiera mostrarlo en uno de los salones del circuito estadounidense. Nada se sabe acerca de sus futuras especificaciones, aunque se espera el citado motor turbo – con compresor eléctrico – de unos 300 CV, moviendo el eje trasero del vehículo.
No se descarta más potencia, ni siquiera la posibilidad de un sistema de tracción integral, o una caja de cambios de doble embrague. El diseño parece fidedigno al prototipo, con un agresivo frontal y un gran trabajo aerodinámico, coronado con un gran spoiler en la zaga. Las aberturas laterales no dejan lugar a dudas sobre la disposición del motor. Lo siento, pero estoy emocionado: no puedo dejar de pensar en el Renault Clio V6, el vehículo que quizá más se aproxima por concepto a este compacto de motor central.
El Clio V6 fue un coche muy atípico, prácticamente un experimento lunático. Quizá Hyundai ha querido que sus ingenieros se desmelenen, y lancen al mercado un coche en el que es más importante la dinámica, la emoción o la potencia que su potencial rentabilidad. Que mande por una vez el corazón frente al libro de cuentas. Permaneced atentos a Diariomotor, pues el ambiente se está caldeando. Me dice un pajarito que tanto los Alfa Romeo 4C como los Porsche 718 Cayman están prestando bastante atención a este desarrollo.
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