Hyundai está preparando una versión deportiva del nuevo Hyundai i30, de un Hyundai i30 2017 que ya hemos puesto a prueba, te lo contamos en el artículo “Probamos el Hyundai i30 2017: León, 308 y Golf, Hyundai os lo ha puesto difícil” y del que recientemente se filtraban los dos niveles de potencia que pondrá a nuestra disposición de la mano del Hyundai i30 N. Anteriores rumores habían coqueteado con la posibilidad de superar la barrera de los 300 caballos apoyándose en un sistema de tracción total y claro, teniendo en cuenta estos rumores y los credenciales presentados por el Hyundai RN30 nos habíamos quedado un tanto fríos ante las especificaciones filtradas, pero… ¿y si Hyundai está trabajando en una versión más deportiva? ¿En un Hyundai RN30 de producción situado por encima del Hyundai i30 N?
Desde luego la presencia de estas dos variantes por debajo de los 300 caballos, con una versión de 250 caballos, con otra alternativa de 275 caballos, da pie a que esto ocurra, a que Hyundai lance una versión más radical contemplada en multitud de rumores previos y avivada por la propia marca con el Hyundai RN30.
Recordemos que el Hyundai RN30 se presentó en el pasado Salón de París con una mecánica de 2 litros de cubicaje (tal y como montarían las versiones de 250 y 275 caballos) potenciada hasta los 380 caballos, con un par de 431 Nm y recurriendo a la tracción total para transmitir todo este torrente de potencia al asfalto.
Por supuesto debemos tener en cuenta también que el Hyundai RN30 era un envoltorio demasiado “radical” para esta mecánica, con un interior digno de un coche de carreras y con un exterior con unos pasos de rueda excesivamente ensanchados, puertas de apertura vertical, apéndices aerodinámicos desmesurados…
Pero… ¿alguien más no esperaba esta mecánica, esta potencia, llegando a las calles en un Hyundai RN30 de producción?
Listo para superar al Volkswagen Golf R, para pelear con el Ford Focus RS… listo para meterse de lleno en la lista de los compactos deportivos más potentes… no quedándose por debajo de esa barrera psicológica que tan bien marca el SEAT León Cupra.