Repostar tu diésel en 2025 será bastante más caro. El Gobierno ultima las negociaciones para aprobar el denominado impuestazo al diésel, que no será otra cosa que una equiparación de impuestos entre la gasolina y el gasóleo que hará que llenar el depósito de tu diésel se encarezca. La medida, cuya aprobación en Consejo de Ministros se esperaba para este lunes, se retrasa.
Así será el impuestazo al diésel que llegará en 2025
Entre los planes del Gobierno y, lo que es más importante, de Europa, sigue estando aprobar nuevas reformas de la fiscalidad aplicable al combustible que empleamos en nuestros diésel.
¿Qué es el impuestazo al diésel?
La equiparación del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos de la gasolina y el gasóleo es una medida que lleva años posponiéndose. Es una de las intenciones del Gobierno y también una de las demandas de la Unión Europea, que podría requerirse, entre otras cosas, para el desbloqueo de los diferentes paquetes de fondos europeos Next Generation.
El gasóleo ha disfrutado históricamente de un gravamen reducido, con 307 euros por cada 1.000 litros, frente a los 400,69 euros por cada 1.000 litros de la gasolina (Ley 38/1992 de Impuestos Especiales). Con esta medida, ambos combustibles quedarán gravados al mismo nivel, eliminando esta ventaja fiscal.
Según informaciones recientes, el Consejo de Ministros, adelantado al 23 de diciembre por las festividades navideñas, se perfilaba como el momento clave para aprobar el real decreto ley que, aunque aún pendiente de refrendo en el Congreso de los Diputados, podría elevar los impuestos al diésel. Finalmente, no fue así, y la aprobación de este incremento fiscal tendrá que esperar.
¿Cómo afectará a los conductores de coches diésel?
La repercusión del impuestazo al diésel en el bolsillo de los conductores será clara. El incremento será de 9,369 céntimos por litro, al que se sumará el IVA del 21%, lo que elevará el aumento total a 11,33 céntimos por litro repostado. Esto significa que llenar un depósito medio de 45 litros costará alrededor de 5 euros más.
Haciendo cálculos anuales con estimaciones optimistas, si consideramos un consumo medio de 4,5 litros/100 kilómetros y un kilometraje anual de 11.000 kilómetros, el impacto de esta medida será de algo más de 57 euros al año.
Aunque estas cifras no parecen devastadoras, representan un aumento considerable en el contexto de una inflación creciente y precios energéticos al alza. Por no hablar del hecho de que esta medida fiscal afecte especialmente al bolsillo de las economías familiares más modestas.
¿Cómo se producirá la subida de los impuestos?
La aprobación del impuestazo al diésel podría llevarse a cabo mediante la fórmula del real decreto ley, un mecanismo que evita el proceso de debate parlamentario ordinario. Sin embargo, esta decisión seguiría estando pendiente del refrendo en el Congreso de los Diputados.
El Gobierno, por su parte, ha dejado abierta la puerta a la negociación con los diferentes grupos parlamentarios. En una entrevista del 18 de noviembre para el programa Al Rojo Vivo de La Sexta, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, declaró: “Ese es el esfuerzo de negociación que estamos haciendo ahora con los partidos, para aprobar un impuesto que no salió en la última votación de la reforma fiscal y que esperamos pueda salir. Ahí estamos en negociaciones con los grupos parlamentarios”.
A pesar de ello, la negociación no será sencilla. Isa Serra, portavoz de Podemos, se ha mostrado contraria a la medida, criticándola como injusta: “Es ridículo quitarle los impuestos a las grandes empresas energéticas, que son las que venden el diésel y las que más contaminan, y hacerle pagar a las familias trabajadoras más impuestos”.
Reducción de la huella medioambiental gravando el diésel
El objetivo del Gobierno con esta medida es claro: impulsar la transición hacia una movilidad más sostenible. Durante la rueda de prensa posterior al Congreso de Ministros, en la que aún no se anunció la aprobación de la nueva fiscalidad para el diésel, el presidente Pedro Sánchez destacó la importancia de la “reducción de nuestra huella medioambiental” y de implementar “políticas de adaptación al cambio climático”, subrayando que España es uno de los países más vulnerables al cambio climático.
Aunque el gasóleo es más eficiente que la gasolina en términos de consumo, genera mayores emisiones de óxidos de nitrógeno (NO2), un contaminante que afecta gravemente a la calidad del aire y a la salud.
La equiparación fiscal buscaría, según el propio Gobierno, desincentivar el uso del gasóleo como combustible predominante y fomentar alternativas menos contaminantes.
Habrá impuestazo al diésel en 2025, ¿pero cuándo?
El impuestazo al diésel que entrará en vigor en 2025 marcaría un cambio trascendental en la fiscalidad de los combustibles en España, que no ha cambiado desde la Ley de Impuestos Especiales de 1992. Con un impacto estimado de 11,33 céntimos por litro repostado, los conductores de diésel tendrán que afrontar un mayor coste en cada repostaje, que podría alcanzar los 57 euros anuales adicionales en condiciones promedio.
La medida, respaldada por los objetivos medioambientales del Gobierno y las recomendaciones de la Unión Europea, plantea interrogantes sobre su efectividad para reducir emisiones contaminantes y su impacto en los hogares españoles.
Mientras tanto, las negociaciones en el Congreso y el posible uso del real decreto ley serán determinantes para su aprobación definitiva. El impuestazo al diésel no entrará en vigor este 1 de enero de 2025, pero sí en algún momento del próximo año 2025. Todo apuntaba a que se habría previsto el mes de abril, para evitar la denominada «cuesta de enero», y en algún momento tras la salida o el regreso de la Semana Santa, para aplicar esta nueva fiscalidad al diésel. En cualquier caso, todo dependerá de los trámites que se requieren para su aprobación.