Hoy comienza una semana determinante para la conformación del Gobierno español. La situación política española en los últimos años hace que sea imposible predecir lo que sucederá en el futuro y, de hecho, las perspectivas de cara a esta investidura han cambiado radicalmente desde hace unos días, en que parecía imposible que PSOE y Unidas Podemos llegaran a un acuerdo, hasta la situación de hoy, en que estos dos partidos se presentan optimistas de cara a llegar a un acuerdo y formar un gobierno de coalición. Es por eso que merece la pena recapitular y recordar las medidas más importantes para la industria del automóvil, empezando por la fiscalidad del diésel, que se esperan si prospera la investidura de Sánchez.
Más impuestos para el diésel y otras medidas
Hoy lunes se celebrará el debate de investidura, al que Pedro Sánchez llega aún sin un acuerdo. Mañana martes, a partir de las 9:00, proseguirán los discursos de los partidos presentes en la cámara. Tras el debate se iniciará el proceso de votación en el que caben dos posibilidades. La primera, que la candidatura de Pedro Sánchez logre la mayoría absoluta, de síes, que apoyen su investidura. La segunda, que a priori parece la más probable, que no lo consiga, en cuyo caso la Constitución establece que se convoque una segunda votación en 48 horas.
Todo apunta, por lo tanto, a que el jueves habría una segunda votación, en la que no habrá debate, aunque sí intervenciones más breves del candidato y los líderes de los partidos. En esta votación bastaría mayoría simple, más síes que noes, para que Pedro Sánchez sea investido Presidente. En cualquier caso, y según la situación actual, la única opción que parece facilitaría la investidura sería aquella en la que PSOE y Unidas Podemos hayan llegado a un acuerdo para que estos últimos voten sí a Sánchez.
Más cargas para el diésel, pero no su muerte
A pesar de los mensajes, en ocasiones catastrofistas, que se lanzaron durante la pasada legislatura, el diésel no está muerto. En cualquier caso, es evidente que los planes de Pedro Sánchez y su equipo pasan por revisar al alza la fiscalidad del diésel en la presente legislatura. De prosperar la investidura, por la coalición entre PSOE y Unidas Podemos, estaría más cerca que nunca también la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2020, que no serán muy diferentes de los presupuestos fallidos – que jamás fueron aprobados y precipitaron el adelanto electoral – que ya presentó el PSOE para 2019.
Los tiempos que se manejan para la aprobación de esta medida son los siguientes. El Gobierno debería presentar sus Presupuestos para 2020 antes del 1 de octubre y trabajar para recabar los apoyos suficientes para aprobarlos en los 15 días posteriores. De esta forma, el 1 de enero sería la fecha tentativa para que entraran en vigor los presupuestos de 2020 y, por lo tanto, la subida de impuestos al diésel.
El objetivo del Gobierno sería practicar una subida progresiva de impuestos al diésel que, a lo largo de esta legislatura, podrían llegar a equipararse con los de la gasolina. La subida esperada en 2020 es de 3,8 céntimos de euro por litro de gasóleo repostado. Pero en los próximos años seguirían produciéndose nuevas subidas que, finalmente, llegarían a sumar 9,55 céntimos de euro por litro repostado. De esta forma, los impuestos de diésel y gasolina se habrían equiparado, y el diésel estará gravado con un impuesto especial sobre hidrocarburos de 40,25 céntimos (actualmente es de 30,7 céntimos de euro por litro repostado), exactamente igual que la gasolina.
Poniendo fecha al fin del diésel y la gasolina
A pesar de haber sido una de las leyes más controvertidas en la anterior legislatura, el equipo de Sánchez ya ha adelantado en los últimos meses que su objetivo es dar prioridad a la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. De prosperar la investidura, esta será una de las primeras leyes que se aprueben y que, salvo sorpresa, contarían con el apoyo de mayoría suficiente en la cámara.
Una de las mayores polémicas que se suscitaron en los últimos años tenía que ver con la prohibición de la venta de coches diésel y la gasolina a partir de 2040 y su circulación en 2050. La industria del automóvil en España ha pedido que medidas tan importantes como esta, y que afectan tanto a su negocio y a las ventas, sean consensuadas. Pero la confirmación de los objetivos de reducción de emisiones de CO2 propuestos por la Unión Europea, que no son tan ambiciosos, y el hecho de que nuestro país vecino, Francia, ya haya firmado una ley que plantea plazos similares, apoyarían que el Gobierno de Pedro Sánchez retome este plan y ponga fecha al fin del diésel y la gasolina. Una fecha que, insistimos, es muy lejana, y que se produciría en el transcurso de varias décadas.
Más restricciones al tráfico en las ciudades españolas
El caso de Madrid Central es únicamente la punta del iceberg de la situación que podría vivirse en muchas ciudades españolas. El Gobierno ya anticipó su intención de introducir por ley las zonas de tráfico restringido y permitido únicamente para coches poco contaminantes en ciudades de más de 50.000 habitantes. Y lo sucedido en los últimos meses, con el respaldo judicial que ha recibido Madrid Central ante el intento del nuevo Ayuntamiento de Madrid de paralizar las restricciones y las multas, y la presión de la Unión Europea, invitan a pensar a que el Gobierno llevará a cabo este plan.
La aprobación de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que, insistimos, se espera sea una de las primeras leyes que se aprueben si prospera la investidura, se espera que establezca por ley restricciones al tráfico, que afectarán a los diésel y gasolina, en municipios de más de 50.000 habitantes.
¿Habrá ayudas para la compra de diésel y gasolina?
Tanto el programa electoral del PSOE, como su Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aún dejan en el aire cómo se llevarán a cabo otras medidas que la industria del automóvil considera necesarias. De ahí que nos preguntemos si habrá ayudas para la compra de diésel y gasolina, para la compra de coche nuevo, y el achatarramiento de los coches más antiguos y contaminantes.
El Gobierno sí ha expresado su intención de introducir estas ayudas, entre otras medidas que van enfocadas a promocionar los coches más ecológicos, pero el escenario más probable en estos momentos es aquel en el que se promocionará el vehículo eléctrico y, tal vez, el híbrido. Y no aquel en el que se introduzcan ayudas que, como antaño, subvencionen la compra de coches nuevos, independientemente de su tecnología.
El único margen que tiene la industria para propiciar nuevas ayudas que apoyen la compra de coches nuevos independientemente de su tecnología y también al diésel y la gasolina, pasa por la negociación, y el hecho de que el Gobierno también haya expresado que espera establecer un marco en el que la industria y el Gobierno puedan conversar y pactar medidas que afectarán al sector. Aunque, insistimos, de momento seguimos hablando de intenciones que el equipo de Pedro Sánchez ha expresado tanto en su programa electoral, como por declaraciones de su ministros, sin que aún se hayan plasmado en acciones concretas.
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