La situación que se está viviendo con el Grupo Volkswagen en Alemania, con los trabajadores y sindicatos en su contra, es cada vez más preocupante. No sólo por la situación, ya de por sí injusta para miles de trabajadores que, liderados por el sindicato IG Metall, podrían iniciar huelgas multitudinarias en diciembre, sino por ser un terremoto que tendría réplicas para otros fabricantes europeos (Automotive News Europe).
El caso de Volkswagen es el más sonado, pero su caso no es tan diferente del de otros fabricantes europeos
Este mes de septiembre Volkswagen ha roto un pacto histórico de protección con sus trabajadores en seis fábricas de Alemania, lo que implica posibles cierres de fábricas. Muchas de ellas tienen graves problemas originados por el descenso de ventas de coches en Europa, incluyendo un 44% menos en el mes de agosto para los coches eléctricos (18% en el total) siendo Alemania el caso más destacado.
Reuters ha revisado no sólo las fábricas de Volkswagen, sino también las de Ford, Mercedes-Benz, BMW, Renault o Stellantis (Reuters). Y es que uno de los grandes problemas de estas fábricas es el uso de la capacidad que se hace de ellas, tanto en países más avanzados como Francia, Reino Unido, Alemania o Italia o la de países como Eslovaquia, Turquía o República Checa (incluso España) con menores costes de producción.
Si este uso era del 70% en 2019, en 2023 ha caído hasta el 60% para el caso de turismos convencionales – en el caso de los países del bajo coste la caída es del 85% al 79% mientras que en los otros países es del 65 al 54%. Según el tipo de vehículo, para que la producción traiga beneficios se considera que un 70% debería ser el mínimo (Automotive News Europe). Un 80-90% es efectivo a la par que ofrece flexibilidad para mantenimientos de la empresa y cambios en los modelos.
La planta de Volkswagen en Osnabrueck, de donde salen los Porsche 718 Boxster y Cayman así como el T-Roc Cabrio, está al 30%. Un problema ya de por sí grave, teniendo en cuenta que son tres modelos nicho sin un gran volumen de ventas, pero a esto hay que añadirle que los tres coches tienen previsto detener su producción para 2026 y aún no tienen previsto que sería lo siguiente que fabricarían.
Diferencias de salario entre países europeos y China, con la llegada de fabricantes
Por lo general, los fabricantes están dedicando sus plantas ubicadas en los sitios más costosos para fabricar coches eléctricos con un precio más elevado, pero sus ventas están dejando que desear con respecto a sus predicciones. Por otro lado está el factor de la llegada de fabricantes chinos, con BYD o Chery ponderando fabricar también en estos países con costes más reducidos, como Hungría, Turquía o Polonia.
En Alemania, el salario medio de un empleado es de unos 59 € la hora, mientras que en la República Checa es de 21 € la hora y en Hungría, unos 16 € la hora, según datos de 2022 (VDA). En China, el salario no llega a los 3 € la hora. Todo apunta a que estos fabricantes se verán obligados a continuar con recortes de personal.
El pasado mes de diciembre Volkswagen tenía un plan de recortar 10.000 millones de euros, pero ante esta situación puede que necesite recortar aún más, lo cual seguramente implique miles de trabajadores menos. También lo ha hecho Renault para reducir sus costes en 3.000 millones de euros desde 2021, al igual que en los tres últimos años Stellantis ha recortado hasta 20.000 puestos de empleo por toda Europa. Ford también ha recortado 5.400 puestos de empleo por las mismas razones.
«Pedimos a Volkswagen que saquen más modelos que se puedan permitir la gente pudiente – un coche barato eléctrico o de combustión que sea sostenible» afirma Stephan Soldanski, representante en Osnabrueck. Algo que se aplica no sólo a Volkswagen, sino a los fabricantes europeos en general. De hecho, las cifras de uso de capacidad son incluso más reducidas en Ford, Renault o Stellantis que en Volkswagen según este estudio.
