Teniendo en cuenta que la música afecta a nuestro estado de ánimo y éste a nuestra conducción, la Dirección General de Tráfico ha hecho, en varias ocasiones, recomendaciones sobre qué escuchar cuando estamos al volante: ¿cambiarías tu lista para mejorar tus formas al volante? ¿Y si te dijéramos que, de esa manera, podrías conseguir más autonomía para tu coche eléctrico?
Un experimento de Kia ha demostrado que las canciones que escuchamos cuando conducimos un vehículo de baterías pueden tener efecto en su alcance en el mundo real. El estudio ha estado liderado por expertos en acústica, ruido, psicoacústica y ciencia del sonido de la Facultad de Ciencias, Ingeniería y Medio Ambiente de la Universidad de Salford (Inglaterra). ¿El protagonista? Un Kia EV6 GT-Line S equipado con el sistema de sonido Meridian Audio que consta de 14 altavoces.
Seis canciones
KIA Kia EV6
Eligieron a varios participantes sin experiencia previa con coches eléctricos y les pusieron por delante una ruta de 29 kilómetros en la que combinaban calles urbanas congestionadas, vías residenciales, tramos de autovía y carreteras secundarias. Todos ellos condujeron escuchando una lista de reproducción predeterminada que sonaba en el mismo orden y con el mismo volumen: ‘Awake’ de Tycho, ‘Hello’ de Adele, ‘Blinding Lights’ de The Weeknd, ‘Nautilus’ de Anna Meredith, ‘Fade’ de Kanye West y la Sinfonía Nº 9 en Re menor, Op. 125, de Beethoven (conocida también como ‘Coral’).
Con Beethoven: cuatro veces más eficientes
La música clásica representó el 7,7% del gasto medio, las baladas supusieron el 13,3% y la música pop de ritmo rápido llegó al 23,6%. Porcentajes con los que mostraron que los conductores fueron cuatro veces más eficientes cuando Beethoven sonaba por los catorce altavoces. En el extremo contrario nos encontramos con el efecto que tiene el tema de The Weeknd: hizo que los participantes fueran dos veces más ineficientes: pisaban el acelerador más para lograr un mayor rendimiento, pero también un mayor consumo. Entre el compositor alemán y el cantante canadiense se sitúa Adele que provoca un estilo de conducción intermedio.
Todos los conductores llevaron, durante los dos días que duró el experimento, un dispositivo médico registraba sus medidas biométricas para comprobar la influencia que tienen la música en la conducción de un coche eléctrico. Fueron varias las canciones que dieron paso a una actividad electrodérmica variable y a un aumento del volumen sanguíneo en cada uno de los participantes. Esto tuvo efecto en el estilo de conducción y, en última instancia, influyó en la autonomía del Kia EV6.
Parece que queda claro el efecto que tienen nuestras listas musicales en nuestro comportamiento al volante, pero ¿estaríais dispuestos a cambiar a vuestros artistas favoritos por música clásica para exprimir al máximo la autonomía de un coche eléctrico?