Ford sigue revelándonos poco a poco más claves sobre la nueva joya de la marca, sobre el nuevo Ford GT, claves que van desde su producción y su entrega a los pocos y afortunados clientes a elementos de su constitución que todavía se habían escapado a nuestra atención como su instrumentación, la pieza, de este grandioso puzzle, que hoy ocupa nuestra atención. ¿Qué ve el conductor de un Ford GT? Así queda dispuesta la instrumentación del Ford GT.
Sencilla, sin artificios ni transiciones excesivamente llamativas, sin diales «galácticos»… así es la instrumentación digital del nuevo Ford GT
Totalmente digital la instrumentación del Ford GT destaca por su sencillez, una sencillez que queda ligada para la ocasión a una disposición muy de “coche de carreras” y a unos gráficos que irremediablemente nos evocan a aquellas instrumentaciones digitales de los años 80 y 90, muy dispar a lo que actualmente nos encontramos en otra marca que ha apostado firmemente por este tipo de instrumentaciones: Audi (y por extensión Volkswagen) y su Virtual Cockpit.
La información se plasma en una pantalla de 10 pulgadas y su disposición está basada, según nos cuentan desde Ford, en el mundo de la competición, algo que resulta aún más evidente cuando seleccionamos, entre los 5 modos disponibles, el modo pensado para su uso en circuito, el Track.
Estos cinco modos se encargan de adaptar la información mostrada a nuestro propósito, encontrándonos con un modo “mojado” cuyos gráficos más brillantes nos recuerdan las condiciones climatológica a las que nos enfrentamos, un modo Sport que además de adoptar un color anaranjado da prioridad a la información sobre la marcha engranada, un modo Track que refleja con más protagonismo el régimen al que gira el V6 e incluso un modo V-Max en el cual la velocidad acapara toda nuestra atención.
Pektron y Conjure están tras el desarrollo de esta instrumentación, quizá no tan visual como el antes mencionado Virtual Cockpit, pero sí realmente directo, eficaz, nítido.
Recordemos que el Ford GT cuenta con un V6 de 3.5 litros con más de 600 caballos, un diseño espectacular y una puesta a punto más que dispuesta a trasladar la experiencia en competición a las calles. No nos olvidamos de su precio, 400.000 dólares, ni de la necesidad de superar un examen parar comprarte uno, tampoco del hecho de que sólo se vayan a fabricar 250 unidades al año…
