Este verano conocíamos un nuevo caso que ponía en el punto de mira a las marcas alemanas. La Comisión Europea investiga la existencia de un cártel, en el que podrían haber estado involucradas marcas como Audi, BMW, Mercedes-Benz, Porsche y Volkswagen. La Unión Europea persigue a aquellos que incurren en prácticas que rompen con las normativas que defienden la competencia, como la asociación ilícita que redunda en pactos de precios. Sobre este tema ya os hablamos largo y tendido en un dossier sobre la investigación del supuesto cártel de las alemanas. Las últimas noticias nos llevan al desarrollo de la investigación de este posible cartel, en el que se sospecha podrían haberse compartido informaciones confidenciales acerca del desarrollo de sus vehículos, para beneficiarse de mejores acuerdos con sus proveedores. Una investigación que ha llevado a los investigadores hasta las oficinas de BMW y que plantea la posibilidad de que Daimler (Mercedes-Benz y smart) esté negociando para ejercer el papel del delator y verse exonerado ante posibles sanciones. ¿En qué estado se encontraría la investigación?
BMW habría reconocido que los inspectores enviados por la Comisión Europea han investigado sus oficinas y que, en el transcurso de esa investigación, la marca habría asistido a los inspectores y habría colaborado para que realizaran su trabajo. Ya en julio BMW negó tajantemente haber participado en cualquier cártel.
Este acontecimiento no ha de sorprendernos, ni mucho menos. Tras existir la sospecha de una actuación ilegal, como la que se exponía este verano, lo normal es que esa investigación lleve a las oficinas de cualquier marca que haya sido acusada, o esté involucrada en el caso, de alguna forma. La Comisión Europea emitió una nota de prensa el pasado viernes al respecto.
Una segunda marca habría sido visitada por la inspección de la Comisión Europea, a tenor de un segundo comunicado emitido por la Comisión Europea este lunes. Pero de momento no ha trascendido de qué marca se trata.
Desde Reuters se apuntaba estos días en otra dirección, la de la existencia de un delator que pueda verse exonerado de las posibles sanciones que se llevaran a cabo si se demostrasen las actuaciones contra la competencia. La marca que podría estar trabajando para destapar el caso, y a su vez haber sido acusada formalmente de estar involucrada en él, sería Daimler, la empresa matriz de Mercedes-Benz y smart.
De ser cierta esa información, Daimler estaría proporcionando información para esclarecer los hechos, a cambio de inmunidad. La Unión Europea tiene previstas sanciones que podrían alcanzar un 10% de la facturación de las marcas implicadas. Y la Unión Europea también tiene prevista la reducción de las sanciones en un 10% para aquellos que asuman su culpabilidad y lleguen a un acuerdo con los investigadores, e incluso la exoneración completa de la empresa delatora que facilite información veraz sobre las prácticas ilegales cometidas.