A principios de año estuve en París. Durante unos 20 días pude conocer a fondo la capital francesa. No era la primera vez que estaba ni la primera vez que comprobaba lo extremadamente sucia que es en comparación con las ciudades españolas. Pero a este paso, no sé si conseguiré volver, pues parece que solo las personas con alas o que puedan teletransportarse podrán ir.
Limitando las formas de desplazarse en París
Aunque es cierto que el titular y la introducción del artículo son una hipérbole, cada vez se está complicando más el desplazamiento por París.
La capital francesa fue una de las primeras ciudades europeas en plantear la prohibición de los patinetes eléctricos de alquiler. Se sometió a referéndum popular, y el resultado fue que se acabó con ellos. Ahora será el turno de los SUV.
París votará el fin de los SUV
Según explicaban en Xataka, y tal y como confirmaba la alcaldesa de la ciudad Anne Hidalgo en redes sociales, el 4 de febrero de 2024 los ciudadanos de París votarán para sacar a gran parte de los SUV de las calles parisinas.
Concretamente, lo que se decidirá es si se encarece el coste de aparcamiento en superficie de los SUV. El objetivo es reducir al máximo la presencia de estos vehículos en la ciudad, que ocupan más espacio tanto en los aparcamientos como en la circulación de la ciudad.
Lo peor de todo es que parece que el coste se asociará al peso del vehículo. Esto sería realmente negativo para los coches eléctricos, pues estos vehículos son más pesados debido a la batería eléctrica con la que cuentan.
Peligrosos para los peatones y ciclistas, además de ruidosos
Entre los motivos que justifican esta votación se encuentra que los SUV son vehículos que ocupan un mayor espacio, así como que son más peligrosos para peatones y ciclistas.
Por otro lado, también son considerados como vehículos más ruidosos y contaminantes. Claro está, esto no encajaría en el caso de los SUV con motor eléctrico. No obstante, sí es verdad que en caso de atropello los vehículos con frontal más alto son más peligrosos para el peatón.
El objetivo de la ciudad es que se reduzca al máximo el número de coches en propiedad que tienen los parisinos, y que se favorezcan otras formas de transporte (aunque no queda muy claro cómo encaja eso con la prohibición de los patinetes de alquiler).
Hasta ahora se ha conseguido, pero una excepción es el auge de los vehículos SUV entre los ciudadanos franceses, ocupando ya un 15% de la tasa de vehículos en propiedad en París.
Plagas de chinches y ratas sí. SUV no.
Tras la prohibición de los patinetes de alquiler, esta noticia parece complicar cada vez más el desplazamiento en la capital europea.
En el referéndum en el que se decidió sobre los patinetes eléctricos de alquiler, la participación fue de tan solo un 10% de la población.
Y a eso hay que añadir que solo pueden participar parisinos, a pesar de que los resultados afecten también a los visitantes. Recordemos que se trata de la segunda ciudad con más turismo del mundo, solo por detrás de la masificada Bangkok.
Así que parece que París se podría convertir en una de las capitales con menos de coches del mundo. Podría no haber SUV, y ya no hay patinetes eléctricos por las calles. Plagas de chinches, ratas y calles sucias sí. Pero SUV no, que hacen ruido.