Llegas a más de 200 km/h. Se ven las casas de fondo y es el momento de empezar a pensar en bajar marchas y engranar la primera mientras controlas el freno para no perder por completo el control. Pones recta la moto y confías en que todo vaya a salir bien por mucho que una Superbike no esté diseñada para afrontar saltos de este tipo. Has llegado al Ballaugh Bride y esto es el Tourist Trophy de la Isla de Man, una de las carreras del motorsport más exigentes y peligrosas del planeta. Reservada por y para los pilotos más corajudos, la versión virtual para que todos podamos disfrutar del trazado ha llegado a través del último videojuego conocido como TT Isle of Man: Ride on the Edge 3.
Con la evolución del mundo del videojuego, han sido precisamente los títulos orientados a la competición y a las carreras los que seguramente han salido perdiendo. A partir de la generación de Xbox 360 y PlayStation 3, se ha visto una clara reducción en materia de variedad y de nuevos lanzamientos, seguramente siendo conscientes de lo que cuesta un desarrollo de un título aceptable y que seguimos frente a un deporte que es mucho más de nicho que lo que pueden representar el fútbol o el baloncesto.
Es por ello que, hablar que en un mismo año salen dos títulos (tres si contamos el Monster Energy Supercross 6) orientados únicamente a carreras de motos es todo un hito que será difícilmente superado en 2024. Si Ride 5 fue desvelado hace unas semanas, TT Isle o Man: Ride on the Edge 3 le ha ganado la partida con su reciente lanzamiento y la novedad de que sería RaceWard Studio el que tomaba el timón de la saga de la mano de Kylotonn. Incertidumbre y ganas de ver cómo era el aire nuevo que le daba la nueva compañía al frente de su desarrollo.
La carta de presentación de RaceWard fue más que convincente, con uno de esos títulos que muchas veces pasan por debajo del radar, pero que son fuente de numerables horas de diversión. RiMS Racing apareció prácticamente de la nada, y a pesar de un catálogo muy corto de motos disponibles (ocho en total de todas las marcas), a mí, personalmente me cautivó con un manejo desafiante e incluso con la capacidad de sorprendernos a la hora de descubrir nuevos circuitos como el de Monsanto en Portugal (acogió el Gran Premio de Fórmula 1 en 1959), algo que es complicado para ‘quemados’ del automovilismo como los que poblamos Diariomotor Competición.
Es por ello que afrontaba este TT IoM 3 con muchas esperanzas de encontrarme un poco con lo que me enganchó RiMS, con una jugabilidad entretenida y un buen reto a la hora de activar las físicas más realistas. Y tras disputar varias temporadas tanto de Supersport como de Superbikes y de haberme enfrentado al trazado completo en más de una ocasión del Tourist Tophy de la Isle de Man, tengo que reconocer que lo han logrado, aunque ha sido seguramente a base de desatender otras áreas.
Hay que destacar que la desarrolladora milanesa ha encarado esta entrega como un videojuego de mundo abierto en el que además del viaje rápido y la visita a los puntos de puesta a punto de la moto y de compra de mejoras, tienes que hacer tu proceso de exploración por las carreteras de la isla, encontrando nuevos retos y las señales de cruces de caminos que son las que te permiten precisamente viajar de una punta a otra del recorrido sin necesidad de recorrer todos esos kilómetros en tu moto de carreras.
Y es aquí donde seguramente nos encontramos con la primera gran diferencia respecto a las dos entregas predecesoras del videojuego oficial del TT. Al estar todo centrado en la Isla de Man, la disponibilidad de otras pistas fuera de dicho escenario se borra por completo y, por tanto, ya no podemos viajar a Irlanda a Escocia cómo sí hacíamos en la primera y la segunda parte, por lo que finalmente, la capacidad de sorpresa o la limitación a la hora de aprenderte cada una de las rutas se convierte en cuestión de tiempo el derribarlas. El mapa es lo suficientemente grande como para asegurarte una buena variedad de zonas, de las más rápidas con ‘rosca máxima’ a las más técnicas a las más lentas y reviradas, amenazadas en todo momento por los bordillos de las aceras, sin embargo, ahí parece claro que tiene una clara limitación frente a lo que pueden aportar la competencia.
Todo centrado en el Tourist Trophy de la Isla de Man:
Y es ahí donde seguramente ha residido también parte de la elección de una desarrolladora tan joven. RaceWard ya trabajó con RiMS con limitaciones en materia de cantidad de motos distintas disponibles y de circuitos ‘reconocidos’, y con ello consiguió crear un buen conjunto dando lugar a un juego que es capaz de mantenerte enganchado frente a la pantalla durante un buen número de horas. Pegándote con las pistas, cayéndote y volviéndote a levantar y toqueteando la configuración de la montura para conseguir superar esa sección que se te atraganta o ese tiempo contrarreloj que de primeras parece inalcanzable.
Sin embargo, en el otro lado de la balanza, ese mundo abierto está demasiado vacío. Sin tráfico de otros vehículos cuando ruedas fuera de una carrera, sin público, ni tan siquiera la aparición de algo de fauna decorativa. La exploración también es limitada, por lo que evidentemente no te vas a poder poner a hacer off-road con tu Superbike de 1.000 cc y decenas de miles de euros. Eres tú, la motocicleta, y muchos kilómetros por recorrer sobre el asfalto de la Isla de Man.
En total, ocho circuitos distintos, incluido el recorrido completo que está conformado por el anillo exterior de la red de carreteras, pero cada una de estas pistas se puede subdividir en secciones, dejándonos hasta 32 diferentes que se pueden atravesar tanto en condiciones de lluvia como de mojado. Además de las carreras y contrarrelojes obligatorias para desbloquear la carrera principal del Tourist Trophy tanto en Supersport como en Superbikes, después nos encontramos con una serie de retos que te ayudan a hacer algo más variado tu desarrollo como piloto virtual y el proceso de mejora de la moto. Todo ello además con la opción de aprender algo de historia y curiosidades sobre la Isla de Man a través del diario.
No hay opciones de personalización de crear tu propio equipo o de bajar libreas creadas por la comunidad para tu moto (se espera que haya novedades integradas en un DLC futuro) o para el casco y el resto del equipamiento. Tampoco estarán disponibles otras categorías. Hubiera sido precioso ver cómo se adaptaba la física de conducción a los Sidecars, a las motos clásicas o a las más pesadas monturas eléctricas. Hay guiños a la parte más pura del TT, como son las paradas en boxes (hay consumo de neumáticos y de combustible) o las salidas por turnos con el comisario dándote el turno con un toque en el hombro, pero también es cierto que el HUD parece una versión más minimalista que lo que hubo en la anterior entrega. Quizás más de lo que a mi realmente me gustaría.
Se espera que, a lo largo del año, la presencia de los competidores de la edición de 2022 (las de 2020 y 2021 fueron canceladas por la pandemia) se verá complementada por la de los participantes de 2023 también a través de DLC.
Las fabulosas físicas de RiMS llegan al Tourist Trophy:
Donde reside toda la fuera de este TT Isle of Man: Ride on the Edge 3 es precisamente en ese buen trabajo que han hecho para que el jugador disfrute de la conducción. Los que hayan jugado a las dos entregas anteriores sabrán que la sensación era muy artificial, con un ángulo de cámara en tercera persona que te generaba incluso algo de desconcierto al notar a las motos menos ágiles de lo que deberían. Aquí parece evidente que RaceWard se ha traído las físicas directamente de RiMS, con un resultado que es muy satisfactorio.
Para aquellos jugadores a los que se les pueda hacer muy cuesta arriba los niveles más altos en cuanto a simulación, la categoría principiante les permitirá disfrutar de una conducción suave y fluida, mientras que aquellos expertos a los que les gustan las emociones fuertes podrán ir descubriendo los dos modos más ‘realistas’, en los que no podrá tocar el freno en la curva si has entrado pasado, en los que deberás de saber cuando la suspensión delantera ha llegado a su límite y tienes que soltar el freno su no quieres salir por orejas o en las que los golpe de gas deberán ser lo más sutiles posibles si no quieres tener un ‘high-side’ de manual. Te puedo asegurar que cada uno de esos errores duele y más aún cuando en el modo especial de “Tareas” tienes limitadas las veces que te puedes caer por carrera.
El salto cualitativo es gigante. Se acerca mucho a las sensaciones que genera Ride cuando ruedas en las pistas de montaña y en el caso de Ride on the Edge 3, parece ser el perfecto heredero de lo que vimos en RiMS. Especialmente en Superbikes, con un mayor peso, inercias y potencia, esa sensación de que te penalizan cada uno de los errores queda patente desde el primer kilómetro, por lo que habla del buen trabajo realizado por el estudio a la hora de plasmar una carrera tan compleja como es esa del Tourist Trophy.
En cuanto a la IA, a niveles bajos de dificultad, como el 40%, no son nunca un gran reto. Serás capaz de adelantarlos en las primeras curvas y no volver a verlos en lo que queda de recorrido. Sin embargo, según vas subiendo a niveles más altos, te encuentras cómo siempre hay uno o dos que se escaparán y que se convertirán en rivales muy correosos, especialmente en carreteras tan estrechas como las que son protagonistas en este videojuego y a velocidades superiores a los 300 km/h.
Los parches de estas primeras semanas han conseguido solventar esos bugs gráficos que se podían dar, especialmente con algo de ‘popping’ en las texturas o la aparición de elementos extraños sobre el asfalto. Eso ya es cosa del pasado. La sensación de velocidad es agradable, traída directamente de esa experiencia con los videojuegos oficiales del WRC y la utilización del motor de Kylotonn, específicamente creado para juegos de carreras.
Hay margen de mejora, especialmente si tenemos en cuenta que la lista de contenidos puede ser incluso más completa y que también el apartado gráfico tiene todavía opción de seguir evolucionando, sin embargo, las físicas parecen ser una muy buena base sobre la que no parar de construir. Por último, me gustaría agradecer a Nacon la cesión de esta clave de prensa para poder probarlo en PlayStation 5.
TT Isle of Man: Ride on the Edge 3 está disponible desde el pasado 11 de mayo de 2023 para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S, PC y Nintendo Switch.
Galería de imágenes – TT Isle of Man: Ride on the Edge 3
TT Isle of Man – Ride on the Edge (2018):
TT Isle of Man 2 (2020):