¿Debería revisarse la prohibición a las emisiones de CO2 para 2035? Así lo piensan varias autoridades de Italia, empezando por el ministro de Energía Gilberto Pichetto Fratin, tal como declaró el pasado sábado en un foro de negocios a las orillas del Lago Como. La revisión del plan está prevista para 2026, pero Italia cree que debería adelantarse a principios de 2025, en apenas unos meses.
Se podría negociar antes de lo previsto, incluso a los próximos meses
Mucho se ha hablado acerca de la normativa que persigue que, para 2035, no se vendan vehículos que emitan CO2. Ahora bien, con el desarrollo de los combustibles sintéticos/sostenibles, se abriría una puerta para los motores de combustión, lo que permitiría la existencia de vehículos híbridos o eléctricos de rango extendido. Los motores de toda la vida no están acabado y varios fabricantes trabajan en ellos a largo plazo.
Ahora bien, el mercado no está avanzando como estaba previsto con un estancamiento e incluso deceleración de los coches eléctricos en este 2024, perdiendo fuelle frente a otras alternativas. Esto ha llevado a que rápidamente marcas como Volvo, Ford, GM, Hyundai y otras tantas cambien su hoja de ruta con respecto al final de la década. La electrificación sigue siendo la meta, aunque ahora todo indica que será más pausado y escalonado de lo que se preveía a principios de esta década.
«En un panorama incierto que está afectando a la industria del motor en Alemania, se necesita claridad para no dejar que colapse la industria Europea. Europa necesita una visión pragmática, la visión ideológica ha fallado. Necesitamos darnos cuenta de esto«, declaró Adolfo Urso, ministro de Industria de Italia (Automotive News Europe).
«La tarta se ha vuelto más pequeña y tenemos más invitados a la mesa. Se están vendiendo menos coches en Europa. Al mismo tiempo, nuevos competidores de Asia están entrando a marchas forzadas en el mercado«, afirmó el CEO del Grupo Volkswagen Oliver Blume al periódico alemán Bild am Sonntag. Recordemos que Volkswagen continúa planteándose cerrar fábricas en Alemania y tratar de ahorrar unos 10.000 millones de euros en costes.
Es preciso recordar en qué situación se encuentra cada país: Alemania es la industria clave del motor en Europa, con un claro descenso en las ventas de eléctricos desde el fin de los subsidios en diciembre de 2023. Italia, por su parte, se encuentra a la cola de la electrificación, con su industria viéndose fortalecida por coches con motores de combustión como el Fiat 500 o el Panda. Ahora bien, el Fiat Grande Panda o modelos similares podrían cambiar esa situación.
Al aviso de Blume de la entrada de fabricantes chinos con coches híbridos y eléctricos asequibles se une el hecho de que, al descender las ventas de eléctricos, los fabricantes europeos podrían incurrir en multas por no alcanzar las metas climatológicas para 2025. El CEO de Renault Luca de Meo apunta a que estas multas podrían costar a la industria unos 15.000 millones de euros (Automotive News Europe).