Las scooter de 125 centímetros cúbicos no suelen ser motos asociadas al dinamismo o la deportividad. Son motos que deben ser prácticas y eficientes, a menudo, sacrificando por el camino la pasión. Sin embargo, eso no ocurre en la moto que protagoniza este artículo. Es una scooter deportiva, pero más que eso, casi podríamos definirla como una moto deportiva atrapada en el cuerpo de una scooter. Su diseño es muy llamativo y peculiar, le gustan mucho los circuitos y su construcción es casi artesanal… con una factura acorde.
Italjet Dragster, la scooter que quería ser una superbike
La moto es la Italjet Dragster. Es posible que no conozcas este fabricante de motos de origen italiano. Es un fabricante de bajo volumen afincado en Bolonia, la casa de marcas como Ducati o fabricantes de superdeportivos como Lamborghini o Ferrari. En la «comarca del motor», Italjet produce únicamente la Dragster. Es una scooter, y aunque podemos circular con ella legalmente por carretera y conducirla con el carnet B de coche, es una moto que es habitualmente modificada y personalizada para su uso en circuito y en las competiciones de scooter.
Fotos de la Italjet Dragster
Aunque estamos hablando de un fenómeno muy italiano, la Dragster es tan llamativa y diferente, que no podíamos pasar la oportunidad de hablaros de ella. Su diseño es muy peculiar, y en gran parte se debe al uso de un chasis tubular, completamente expuesto a la vista. Es una moto con muy poco carenado. Esto no solo nos permite ver muchos de sus elementos mecánicos, de diseño intrincado y orgánico, si no que permite aligerar su peso de forma notable. Solo el frontal, con sus agresivos faros, está ligeramente carenado.
La Dragster es una joya de la ingeniería, y uno de los elementos que más llama la atención es el aspecto del monobrazo delantero de suspensión, que separa las fuerzas de dirección y amortiguación. Este detalle recuerda poderosamente a las exclusivas Bimota, y da al Dragster un aspecto futurista. El manillar es completamente ajustable, y es similar al de una moto deportiva de altos vuelos, además de usar componentes de altísima calidad. El motor está expuesto, y va montado en el punto central de la moto.
Tiene un solo cilindro, cuatro válvulas y refrigeración líquida. Desarrolla 12,5 CV a 9.500 rpm, pero con muy pocas modificaciones, procedentes de la línea Power Parts de Italjet, este motor puede ponerse muy fácilmente en los 15 CV que limita el carnet A1. El equipo de frenado cuenta con ABS y discos de freno en ambos ejes. Puede no impresionar que el disco delantero tenga solo 200 mm de diámetro, pero hay que recordar que la rueda delantera tiene 12 pulgadas, y la trasera, 13. La rueda pequeña no es casualidad, busca maximizar la agilidad y el paso por curva.
A un comportamiento extremadamente ágil y deportivo también contribuye un peso de solo 124 kilos. Es un peso muy bajo para una moto de su categoría. Lo realmente interesante de la Italjet Dragster es que es una moto enfocada abiertamente a la deportividad, y ya de fábrica, podemos mejorarla con un escape Akrapoviç diseñado a medida, suspensión Öhlins ajustable – un componente pata negra – frenos Brembo de mayor calibre o un variador Malossi más agresivo. Si queremos, incluso podemos montar slicks para su uso exclusivo en circuito.
Todo esto, como seguro que sospecháis, tiene un precio. El precio base al contado de la Italjet Dragster es de 5.589 euros. Existe una versión de 200 cc y 18 CV de la Dragster, con un precio solo 400 euros superior e idéntica parte ciclo. En cuanto a rivales… no existen. La Dragster es única en su especie. Es exótica, cara y muy exclusiva.
Fotos de la Italjet Dragster