Las ITV ganan peso en el plan de lucha contra el cambio climático impusaldo por la Comisión Europea. En un nuevo reglamento aprobado, las ITV tendrán que medir y registrar los consumos y emisiones reales de cada coche que realice la inspección técnica. Este procedimiento se realizará de forma obligatoria en los coches y vehículos comerciales más modernos, buscando así evitar manipulaciones en los sistemas anticontaminación y tener un mayor control sobre las emisiones reales del parque móvil.
Hace tiempo que el papel de las ITV en el control de las emisiones ha ganado relevancia, en primer lugar para evitar la picaresca que existe en la manipulación y anulación de los sistemas anticontaminación, y en segundo lugar para controlar irregularidades como las demostradas con el caso del Dieselgate de Volkswagen. El objetivo en todos los casos es cumplir con los registros de emisiones homologados, consiguiendo un menor impacto del parque móvil en nuestra salud y el medio ambiente.
La ITV sabrá cuánto contamina tu coche en realidad gracias al OBD
Y el próximo gran paso en este sentido será el Reglamento de Ejecución 2021/392 aprobado por la Comisión Europea. Este nuevo reglamento establece que a partir del 20 de Mayor de 2023 las ITV tendrán que registrar datos de consumo y emisiones reales de los turismos y vehículos comerciales ligeros matriculados a partir del 1 de Enero de 2021. Esta medición se realizará mediante un análisis del vehículo a través del puerto OBD, identificando a cada vehículo de forma individual y registrando todos los datos posibles en tanto a kilometraje, consumo ergético de su sistema de propulsión, o de los diferentes sistemas de propulsión, etc.
Según ha informado la asociación AECA ITV, la recopilación de estos datos ya podría realizarse por las ITV españolas, pues hemos de recordar que las estaciones ya disponen de los dispositivos necesarios para realizar un examen vía diagnosis OBD. Es más, esta medida, que ya forma parte de las inspecciones técnicas de los automóviles y vehículos comerciales más modernos, identifica los fallos almacenados en la memoria del vehículo pudiendo dar lugar a una calificación desfavorable.
Con la puesta en marcha de los análisis vía OBD, las ITV han comenzado a perseguir de forma más contundente la manipulación de los vehículos, una manipulación que por desgracia está muy presente en sistemas de seguridad como airbags y pretensores pirotécnicos, o elementos de control de emisiones como la EGR, el filtro antipartículas o el sistema de control de NOx (SCR con inyección de AdBlue). A mayores, este análisis también busca conseguir un mayor control del estado y uso del vehículo, teniendo siempre en cuenta el kilometraje memorizado por el vehículo, lo que permite controlar de mejor forma la manipulación de los cuentakilómetros para reventas fraudulentas.
Por el momento, el nuevo reglamente aprobado por la Comisión Europea no lleva aparejadas medidas concretas en tanto a sanciones, ni de carácter general a España o los fabricantes de coches, ni de carácter individual a los propietarios de los vehículos. Sin embago, en un marco en el que se pretende reducir las emisiones globales de cada país en referencia a su parque móvil, resulta evidente que este nuevo método de control conllevará tarde o temprano medidas más restrictivas y las correspondientes multas si no se cumplen los objetivos.