Teniendo en cuenta los datos de la DGT, el porcentaje de vehículos que dan negativo en las pruebas de emisiones de la ITV es superior al 10%: estoy segura de que no quieres formar parte de ese porcentaje que no ha superado una de las pruebas fundamentales de esta inspección. Evitar los temidos ‘Desfavorable’ o ‘Negativo’ es sencillo con estos 5 trucos: algunos son, casi, instantáneos y para otros… vas a tener que mimar un poco más a tu coche diésel.
La prueba de gases mide las emisiones de un vehículo para comprobar que no superan los umbrales perjudiciales para la salud: introducen una sonda en el tubo de escape y comienza la barra libre de acelerones en vacío. Muchos modelos diésel tienen una pegatina que especifica el valor máximo homologado de la opacidad de gases del motor. Otros no y a ellos se aplican estos límites:
- Coches diésel Euro 4 y Euro 5: 1,5
- Coches diésel Euro 6: 0,7
- Coches diésel con motor atmosférico y matriculados antes del 01/07/2008: 2,5
- Coches diésel con motor turbo y matriculados antes del 01/07/2008: 3
A esto hay que añadir que los modelos Euro 5 o superior tienen que superar la prueba del OBD: el técnico conecta el coche a su ordenador para comprobar si algún sistema de control de emisiones ha sido desactivado.
No superar algunas de estas fases se puede traducir en un resultado desfavorable (sólo podrás mover tu coche para llevarlo al taller y subsanar los fallos) o negativo: tu vehículo no podrá circular hasta que no esté totalmente reparado. Evitar estas temidas situaciones tiene fácil solución: llevar a cabo un correcto mantenimiento, pero si has descuidado tu coche todavía tendrás una última oportunidad.
1. Eliminar la carbonilla: rápido y gratis
Arrancamos, nunca mejor dicho, por este truco que podemos aplicar antes de pasar la ITV… o cuando ya nos han comunicado que la pegatina tendrá que esperar. Cuando un coche diésel se mueve, sobre todo, por ciudad dibujando trayectos cortos y circulando a bajas revoluciones aparece la famosa carbonilla. Un depósito que podremos eliminar de manera natural.
¿Cómo? Conduciendo unos treinta minutos a 60 km/h con un régimen de giro alto que supere las 3.000 rpm y complementándolo con varios acelerones hasta el corte. No te prives: tu coche no sufrirá. Con esto elevamos la temperatura del caudal de los gases del escape facilitando el quemado de las partículas acumulas en el filtro de partículas y eliminando parte de la carbonilla del motor. Lo normal es que después de este proceso los gases dejen de ser un problema en la ITV.
2. No abandones los filtros: ellos no lo harían
Antes de hablar de ellos, queremos recordaros que quitar el filtro de aire antes de entrar a la ITV no es recomendable: el motor queda desprotegido y si los técnicos se percatan recibirán un ‘Desfavorable’ directo.
Con el filtro de aire no hay trucos: es puro mantenimiento. Si está obstruido, el motor no recibirá el flujo de aire adecuado y para compensar esa falta, inyectará combustible adicional que se traduce en un mayor nivel de emisiones. Lo mismo sucede con el del combustible: si está saturado, el motor no tendrá un suministro constante y estable. En este caso, la combustión será imperfecta y provocará fallos en el sistema de inyección.
Ambas situaciones nos llevarían a no superar con éxito ni la prueba de gases de la ITV ni la propia inspección. ¿Cómo evitarlo? Cambiándolos a tiempo: además, sustituir el del aire es algo que podrás hacer tú fácilmente.
3. Limpiar el filtro de partículas
Si el filtro de partículas de tu coche diésel está en mal estado u obstruido no cumplirá su función: acumular el hollín de la combustión para quemarlo posteriormente. Si no lleva a cabo esa regeneración (algo que es posible lograr con un régimen de giro alto y constante a la hora de circular), se saturará y no filtrará las partículas de la combustión.
Existen algunos productos específicos para limpiar tanto este filtro como el sistema de inyección. Lo que conseguiremos con ellos es rebajar el punto de quemado del hollín acumulado, reducir el consumo y recuperar la potencia perdida. Sin embargo, es una solución viable únicamente para motores y sistemas anticontaminación bien mantenidos.
4. Examinar los inyectores
Si tenemos a mano un OBD podremos conectarlo a la centralita del coche y comprobar el estado de los inyectores de nuestro motor diésel. Su trabajo es pulverizar la mezcla adecuadamente: si lo hacen dando tirones, tienen un ralentí inestable o se aprecian fugas… toca pasar por el taller para evitar consecuencias como un resultado desfavorable en la ITV.
5. Válvula EGR: cómo lograr que esté impoluta
La válvula EGR hace que parte de los gases que salen por el escape vuelvan a la admisión para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). Razón por la que entre tus tareas de mantenimiento debe figurar la limpieza de este componente (y, de paso, del colector de admisión) para evitar sustos en la ITV y averías serias.