Pasar la inspección técnica del vehículo es, para muchos conductores, un trámite que requiere cierta organización de tiempos. Para otros es, materialmente, imposible ir a la estación más cercana porque no existe o porque su vehículo se lo impide. Para ellos, se crearon las ITV móviles que, ahora, se han convertido en una de las herramientas de vigilancia de la DGT.
No siempre hay que pasar la inspección obligatoria en una de sus instalaciones: existen, también, las ITV móviles. Tal y como explican en AECA-ITV, se trata de un servicio que ofrecen algunas estaciones y que, como su propio nombre indica, acercan la revisión a los conductores que, por diversos motivos, no pueden desplazarse hasta los puntos habituales. Hay algunas, incluso, que disponen de una ITV a domicilio para facilitar, aún más, el trámite.
El objetivo original
Habitualmente, las ITV móviles diseñan unas rutas para cubrir las zonas donde han detectado la necesidad de su servicio porque no hay una estación cerca o porque los vehículos no se pueden mover hasta la instalación en cuestión. El proceso, en este caso, no cambia: hay que solicitar cita previa y acudir al lugar en el que se hará la revisión.
Las ITV móviles, como decíamos, están pensadas para los conductores que no tienen una estación cerca, pero también para aquellos cuyos vehículos no se pueden desplazar. O lo que es lo mismo: ciclomotores, tractores, maquinaria agrícola, remolques y vehículos especiales destinados a obras y servicios. Algunos de ellos no pueden circular por determinadas vías o tienen la velocidad limitada.
Un instrumento para la DGT
Este era el objetivo original para el que se crearon las ITV móviles, pero, como confirma AECA-ITV, ahora también se han convertido en una herramienta para la DGT. Tráfico ha querido aprovecharlas para poder llevar a cabo controles en las carreteras en los que examinan el estado de los vehículos. No en vano, su gran ventaja es esa movilidad que les permite estar presentes en cualquier punto del país: tanto es así que ya han protagonizado alguna de las campañas del citado organismo.
Así las cosas, la Dirección General de Tráfico cuenta con varias unidades móviles para realizar este tipo de operativos. Las revisiones que los agentes hacen son más superficiales que una ITV habitual: solamente controlan los elementos más accesibles, es decir, faros, luces, neumáticos, medidas del coche… También pueden comprobar el peso del vehículo, sobre todo cuando están destinados al transporte.
Si en esa ITV móvil de la DGT, las autoridades detectan algún defecto en el vehículo, el coche puede ser inmovilizado y el propietario será sancionado: la multa habitual suele ser de 200 euros, aunque puede ser una cantidad superior si la situación va más allá de algún fallo en los elementos mencionados.