La ITV es un via crucis para muchos conductores, especialmente aquellos que tienen un coche con más de 10 años y ya les toca la periodicidad anual en las inspecciones. De las ITV os hemos hablado largo y tendido, y hemos ahondado en profundidad en temas como la prueba de gases, especialmente desafiante para un coche diésel entrado en años. En este artículo queremos abordar la problemática de los neumáticos, y por ellos vamos a explicarte qué cinco cosas no debes hacer si quieres que tu próxima inspección no tenga un resultado desfavorable.
1) Llevar los neumáticos muy desgastados
Sabemos que los neumáticos son caros, pero son lo único que conecta tu coche a la carretera. Es un componente vital de cualquier vehículo y como es lógico están sometidos a un desgaste elevado. Si la banda de rodadura está muy desgastada y los testigos del neumáticos ya se han desgastado, no solo suspenderás la ITV, si no que estarás jugando con fuego: puedes tener un susto – o más que un susto – en carretera. Lo mismo ocurre si tienes los flancos de los neumáticos muy gastados, aunque aun tengas dibujo en la banda de rodadura.
2) Tener mordiscos o huevos en el neumático
Si al aparcar le has dado un buen bordillazo al neumático no solo puedes haber provocado un desajuste en la alineación del coche, es posible que hayas causado daños en el flanco del neumático. El daño mas habitual es un mordisco, una falta puntual de goma en una zona concreta. No obstante, también puede formarse un «huevo» en el flanco, una protuberancia de formas suaves, pero muy perceptibles. Ambas cosas tienen algo en común: el neumático ha perdido su integridad y necesita ser reemplazado. Suspenderás la ITV y estarás arriesgándote a un reventón.
3) Llevar neumáticos de diferente marca o medida en el mismo eje
No pasa nada si los neumáticos que llevas en el eje delantero son de un modelo y marca diferentes a los que montas en el trasero. Pero es imperativo que sean idénticos tanto en modelo como en medidas y dimensiones – índice de carga y velocidad – en el mismo eje. Es motivo de ITV desfavorable y además, estarás provocando un importante desajuste dinámico en el coche, que contará con gomas de diferente comportamiento en el mismo eje. Hasta que no cambies los neumáticos no podrás superar la inspección de forma favorable.
4) Montar neumáticos no equivalentes
Tu coche puede no llevar la misma medida de neumático que llevaba cuando salió de fábrica. Puedes tener una llanta más grande o un neumático más ancho, pero las medidas del neumático en cuestión tienen que estar reflejadas en la tabla de equivalencias de tu vehículo. Ese documento, que se facilita de forma gratuita en muchas estaciones de ITV, te permitirá saber qué montas puedes llevar en tu coche sin exceder el +/-3% de diámetro total de la rueda permitido por ley. Si lo excedes y no lo has homologado, suspenderás la inspección.
5) Llevar neumáticos cristalizados*
Los neumáticos son un elemento sometido a desgaste pero también a envejecimiento. Por norma general los fabricantes de neumáticos recomiendan inspeccionar cuidadosamente los neumáticos a partir de los 5 años y no usar neumáticos fabricados hace más de 10 años, aunque aun tengan dibujo. La goma se puede cristalizar y perder propiedades, disminuyendo mucho el agarre y por tanto, la seguridad. Sin embargo, en muchas ITV un coche con neumáticos parcialmente cristalizados no suspenderá, a no ser que su estado sea descaradamente avejentado.