Todas las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes, en teoría, han estrenado sus Zonas de Bajas Emisiones en 2023 limitando el acceso de los coches más contaminantes a estas áreas acotadas. Un control que se lleva a cabo, en muchos casos, mediante cámaras: las ITV de Madrid quieren aprovechar estos dispositivos para controlar que los vehículos que circulan por la capital de España han superado esta revisión obligatoria.
Según la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos de la Comunidad de Madrid (AEMA-ITV), el absentismo de los coches madrileños respecto a este trámite roza el 40%. Con el objetivo de reducir esta cifra han propuesto a la comunidad algunas medidas u entre ellas figura el uso de las cámaras que controlan las Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP), que corresponden a Distrito Centro y a Plaza Elíptica, y la ZBE (M-30 y el interior de la propia M-30).
Una petición que viene de lejos
En Madrid, desde el pasado 1 de enero, las restricciones para los vehículos de la categoría A (los que no tienen pegatina de la DGT) han aumentado: no pueden entrar dentro de la M-30 y tampoco circular por la propia circunvalación. Los ingresos en el interior de la M-30 se vigilan a través de 111 dispositivos y a ellos, se tenían que unir 44 cámaras más cuya misión pasa por examinar los accesos a la vía. No han llegado a tiempo, aunque deberían estar instaladas a finales de marzo como tarde.
AEMA-ITV quiere que el control de estas cámaras vaya más allá del distintivo ambiental de cada vehículo: pretenden que comprueben si tienen la inspección en regla. Esta demanda no es nueva: fue planteada, en 2022, por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados.
Alegan que el proceso sería sencillo porque los dispositivos que vigilan el interior de la M-30 y harán lo propio con la vía de circunvalación dentro de unos meses, cuentan con un alto grado de automatización. Esta característica permite cruzar la información que obtienen de las imágenes con los datos del Registro General de Vehículos de la DGT. De esta manera, además de verificar si pueden (o no) entrar, es posible aprovechar el reconocimiento de la matrícula para revisar si el vehículo tiene la ITV.
Seguridad y sostenibilidad
Con esta propuesta, AEMA-ITV también ha querido recordar a las autoridades madrileñas que estas revisiones tienen un papel fundamental tanto en seguridad como en sostenibilidad: no solamente identifican fallos en los vehículos, también controlan que las emisiones no superen los límites marcados por la normativa aplicable.
El último estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid sobre la contribución de la ITV a la seguridad vial y al medio ambiente, desvela si todos los vehículos que no acuden a esta cita obligatoria lo hubieran hecho, podrían haberse impedido, al menos, 207 muertes. Y añade un dato más: las inspecciones evitan, cada año, 575 víctimas prematuras por emisiones contaminantes.
