Lo conocimos por primera vez en el Salón del Automóvil de Birmingham de 1988 y cuando, en 1994, la última de las 282 unidades que se produjeron salió de fábrica el Jaguar XJ220 ya se había ganado su lugar de honor entre los grandes deportivos del mundo del motor. El cambio del V12 atmosférico de 6.2 litros por un V6 biturbo se tradujo en numerosas cancelaciones de pedidos, pero no los del Sultán de Brunéi que, además, le pidió a Pininfarina que reinterpretase la carrocería. Esta es la historia del Jaguar XJ220 Pininfarina Speciale.
Cuando tienes mucho dinero supongo que puedes hacer realidad cualquier de tus deseos, incluso si uno de estos pasa por mancillar al Jaguar XJ220. El Sultán de Brunéi compró 20 unidades del modelo británico (incluyendo el XJ220-C que ganó en Le Mans 1993) y su hermano Jefri (el Príncipe de Brunéi) consideró que la carrocería de aluminio diseñada por Walter Hassan se podía mejorar.
Un encargo para Pininfarina
¿A quién le encargó este trabajo? A Pininfarina. En 1994, el carrocero italiano recibió el chasis y lo despojó de su carrocería original para dar forma a su particular versión del Jaguar XJ220: acortaron la parte trasera varios centímetros e instalaron un alerón de dos planos en cuya parte inferior estaban integradas las luces. También retocaron la luna trasera para reducir su inclinación apostando por una mayor curvatura.
En el perfil las diminutas ventanillas laterales se hicieron mucho más grandes y para mejorar la aerodinámica sin comprometer la comodidad de los ocupantes del Jaguar XJ220, se dividieron en dos: la parte superior era curva y fija mientras la inferior era más plana y retráctil. Lo que sí conservaron fueron las llantas originales.
Algunos rasgos originales
Junto a ellas, la parte delantera es la única donde encontramos trazos del diseño original en la parrilla y en la forma de los pasos de rueda. El resto fue rediseñado por completo: añadieron en el capó unas rejillas de ventilación con forma de media elipse y los faros escamoteables fueron sustituidos por unos fijos compuestos por cuatro bombillas individuales.
El interior del Jaguar XJ220 también fue reinterpretado. Pininfarina fabricó desde cero los asientos, el volante, el salpicadero o la consola central para darle el toque más moderno que demandaba el Príncipe de Brunéi. La mayoría del habitáculo, por cierto, es de cuero verde y negro para generar contraste con el Alcantara.
Transmisión de F1
Pininfarina terminó el Jaguar XJ220 Pininfarina Speciale en 1995 tras los últimos retoques que estuvieron centrados en la puesta a punto. El deportivo británico conservó el V6 biturbo, pero cambiaron su caja manual por una semiautomática con levas derivada de la Fórmula 1 y, concretamente, del equipo Williams. Añadieron, al mismo tiempo, un sistema de refrigeración mejorado y dirección asistida.
A pesar del laborioso trabajo del carrocero italiano, pocos conocían la existencia del Jaguar XJ220 Pininfarina Speciale y pocos saben dónde está ahora. Dos años después de aquello, el Sultán de Brunéi comenzó a tener problemas económicos a causa de la bajada del precio del petróleo y de la crisis financiera. Para hacer frente a esta situación tuvo que vender buena parte de su colección de coches mientras otros tantos fueron abandonados… y no se sabe si el Jaguar XJ220 corrió esa suerte.