Es posible que las siglas TWR no te sean del todo familiares. TWR son las siglas de Tom Walkinshaw Racing, una escudería de carreras fundada en 1976. Durante los años ochenta, su subsidiaria TWR Sport comenzaría a desarrollar preparaciones sobre vehículos Jaguar, con los que competía en campeonatos de turismos y llegó a competir en Le Mans. TWR Sport y Jaguar fundaron Jaguar Sport, una ingeniería que terminaría desarrollando, entre otros, coches tan icónicos como el Jaguar XJ220. Lamentablemente, esta empresa cerró sus puertas en el año 2002.
La historia de TWR daría para un artículo a fondo, pero quedaos con dos detalles: el primero, que en los ochenta, gran parte de su negocio consistía en la modificación multitud de Jaguar XJS, tanto a nivel técnico como estético. El segundo detalle es que TWR ha sido recientemente refundada bajo el nombre TWR Performance. La nueva TWR Performance acaba de presentarnos su primer obra. Se llama TWR Supercat y es un espectacular restomod basado en el Jaguar XJS clásico, que han logrado llevar a un nivel estratosférico.
Fotos del TWR Supercat
Esta base es peculiar, en el sentido de que de serie, nunca fue un coche realmente deportivo. Sí, tenía motores de seis y doce cilindros, pero era la definición de un gran turismo de los ochenta, donde era más importante la comodidad que las prestaciones. Sin embargo, el éxito de TWR con los XJS en el campeonato europeo de turismos y sus preparaciones demostró que aquél felino tenía garras, aunque algo escondidas. El Supercat es ese felino, absolutamente desatado, tras años de gimnasio, entrenamiento militar y sustancias anabolizantes.
El diseño del restomod es sencillamente espectacular y es obra del artista digital Khyzyl Saleem (The Kyza), que ha pergeñado su primer vehículo real. Inspirado en los XJS de carreras, ha creado una carrocería con un tremendo ensanchamiento de hasta 182 mm, pasos de rueda muy musculosos y un espectacular alerón tipo «cola de pato», completamente integrado en su zaga. Su aerodinámica es muy agresiva, con un enorme splitter frontal y un difusor trasero funcionales. Sus preciosas llantas TWR Forged Monobloc son de 18 y 19 pulgadas.
El interior del coche pierde su configuración 2+2 en favor de un biplaza estricto. El salpicadero ha sido profundamente rediseñado, con una instrumentación digital – necesaria para el sistema de gestión electrónica del motor, completamente nuevo – y materiales nobles. El cuero de alta calidad cubre casi todas las superficies, y todos los elementos metálicos son de aluminio mecanizado. Hay un nuevo equipo de infoentretenimiento, iluminación LED en algunos mandos y el precioso volante del Jaguar XJ220.
A nivel técnico es donde el TWR Supercat brilla. Su V12 de 5,3 litros desarrollaba 295 CV en su configuración de serie, asociado a un anémico cambio automático. Basado en ese mismo V12, TWR ha creado una bestia de 669 CV. El motor tiene ahora 5,6 litros, lubricación por cárter seco y nuevos árboles de levas, válvulas y culatas. Está sobrealimentado por compresor y tiene una electrónica a medida, con inyección electrónica de combustible. Su potencia máxima se entrega a 7.750 rpm y su par máximo es de unos monstruosos 730 Nm.
La potencia se transmite al eje trasero mediante un cambio manual de seis relaciones y un diferencial autoblocante. Cuenta con cinco modos de conducción, control de tracción programable e incluso Launch Control. Su chasis ha sido profundamente modificado, con subchasis tubulares donde encontramos una suspensión completamente ajustable y nuevos frenos carbonocerámicos. De este salvaje restomod solo se construirán 88 unidades, a un precio que arrancará en 225.000 libras esterlinas, sin contar el coste del coche donante.
Fotos del TWR Supercat
