Los más puristas posiblemente pongan el grito en el cielo, y clamen por la pureza de un Jaguar E-Type. Sin embargo, en Diariomotor opinamos que preparaciones como la que estáis a punto de ver, en verdad, enriquecen profundamente la cultura del motor de la que disfrutamos. Se trata de un Jaguar E-Type Coupé 2+2 del año 1969 en cuyas entrañas habita el motor 2JZ-GTE de un Toyota Supra. Uno de los motores más legendarios de los últimos 30 años, en un clásico que algunos consideran intocable. Nos gusta, y nos gusta mucho.
Personalmente, me hubiera puesto algo nervioso si el Jaguar hubiera sido un E-Type descapotable de primera serie. Por fortuna, el punto de partida es un Coupé 2+2 de segunda serie del año 1969, concretamente un XK-E destinado al mercado estadounidense. Quizá el E-Type menos bonito, a causa de sus proporciones. Sea como fuere, tenéis que saber que el patrocinador del preparador, ENEOS, presentó en el SEMA de Las Vegas de 2022 un Porsche 911 GT3 con mecánica bóxer de origen Subaru. Les gusta la polémica y les gustan mucho los swaps de motor.
El coche creado por Faruk Kugay es un coche pensado para la práctica del drifting y no es un show-car, es una máquina completamente funcional. Donde solía haber un seis cilindros en línea de 4,2 litros ahora hay un motor de origen Toyota, de idéntica configuración mecánica y 3,0 litros de cubicaje. Este propulsor desarrolla unos tremendos 750 CV con la ayuda de un turbocompresor Borg Warner EFR 8374. El motor tiene componentes internos reforzados, un sistema de alimentación de combustible de Nuke Performance e inyectores Deatschwerks.
Consultando a un taller británico que hizo una preparación similar, Faruk ha usado el subchasis y diferencial trasero de un BMW 535i E60, mientras que la caja de cambios ZF de cinco relaciones proviene de un BMW M3 E36. El equipo de frenado delantero procede de un Chevrolet Corvette C5, mientras que los traseros, de nuevo, son de origen BMW. El interior refleja su condición de coche de carreras, con baquets Tillett de fibra de carbono, un volante OMP y una jaula antivuelco.
La instrumentación es digital, y se alimenta de información de su ECU Link G4 Fury. Exteriormente, el coche recibe sustanciales modificaciones, gracias al uso de materiales compuestos, especialmente plástico reforzado con fibra de carbono impreso en 3D. Se han ensanchado de forma notable los pasos de rueda tanto delanteros como traseros, y se ha rediseñado el frontal del vehículo sin perder su esencia. Las llantas Rotiform son de 17 pulgadas y han sido modificadas con respecto a su estado de fábrica.