La empresa británica de maquinaria pesada JCB ha logrado el certificado para venta y uso de su motor de combustión de hidrógeno en varios países de la Unión Europea, entre ellos, España.
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Queda claro, que hay presiones y conciencias que están llevando la industria a buscar alternativas a los combustibles fósiles, pero si nos enmarcamos en el cuadro de la maquinaria de construcción, o agrícola, lo puramente eléctrico complica la rentabilidad del trabajo por tiempo y por costes.
Para cubrir este punto, JCB ha desarrollado un motor de hidrógeno durante los últimos años. Con una inversión superior a los 100 millones de euros, un equipo de 150 ingenieros, JCB, ha trabajado en este proyecto que ha sido aprobado por varios países para su comercialización.
Tirando por lo sencillo con el motor de hidrógeno JCB
Han fabricado más de 130 motores de prueba que se han equipado en toretes telescópicos, generadores y excavadoras. Lo han logrado adaptando la tecnología ya existente de motores.
Esto significa que el motor desarrollado por JCB quema hidrógeno y genera potencia igual que haría un motor diésel tradicional. Según dice, la retroexcavadora equipada con el motor de hidrógeno, puede hacer lo mismo que su homólogo diésel.
Emplear el combustible de esta manera que ellos plantean es más sencillo que con una pila de hidrógeno. Ya sabes lo que se dice, a menos componentes, más fiabilidad. Eso sí, lo que sale por el tubo de escape es agua, por lo que consiguen cero emisiones de CO2 en el punto de uso del vehículo.
Certificación de venta y uso del motor de hidrógeno JCB
El avance de JCB significa un gran paso en el desarrollo de la industria de maquinaria pesada, pero de nada sirve, si las autoridades reguladoras no permitieran su venta.
Y sí, han conseguido esos permisos mediante certificaciones oficiales en varios países de Europa. De hecho, se espera que reciba varias más de otros países de la Unión y el resto del mundo.
La RDW fue el primer organismo en permitir la comercialización de este motor en Países Bajos. Tras ello, otros como Reino Unido, Alemania, Francia, Polonia, Finlandia y España le siguieron.
