Como todos los años, Jeep acudirá al desierto de Moab en Utah, para su tradicional festival de Semana Santa. El Jeep Moab Easter Safari es uno de esos eventos que los aficionados a la marca americana no pueden perderse, y que es aprovechado por la marca para presentarnos prototipos de lo más apasionante. Este año la temática exclusiva son los pick-up, que por fin se han materializado en el Jeep Gladiator de producción. Los seis prototipos presentados son pick-ups, y el más interesante en mi humilde opinión es el Jeep Five-Quarter Concept, basado en un Kaiser Jeep de los años sesenta.
Jeep Gladiator
A finales de los años 60, Jeep no era propiedad del Grupo FCA… y tampoco de American Motors Corporation. La marca pertenecía a Kaiser Jeep, un fabricante independiente resultante de la fusión de Kaiser Motors y la Willys-Overland Company, productora de los primeros Jeep militares. El Kaiser Jeep M715 es el punto de partida de este prototipo, una pick-up creada para ser usada por fuerzas militares. Era la versión militar del Jeep Gladiator, el primer pick-up civil fabricado bajo la denominación Jeep. El actual Jeep Gladiator toma su nombre y espíritu de esta aguerrida camioneta clásica.
Ahora que ya sabéis por qué Jeep ha tomado como base un Kaiser M715 para desarrollar este prototipo – y por qué tiene tanto sentido histórico – es hora de entrar en harina. El coche fue adquirido en Craigslist (el Milanuncios de Estados Unidos) y ha sido completamente modificado. Sólo los paneles de la carrocería son los mismos que tenía este vehículo militar de cinco décadas de edad. Quizá el detalle más llamativo es que este todoterreno está movido por un motor 6.2 V8 «Hellcrate», el mismo V8 sobrealimentado por compresor de los Dodge Challenger SRT Hellcat. El motor más «yankee» actualmente en existencia.
Este propulsor de más de 700 CV de potencia está asociado a un sistema de tracción total conectable y una caja de cambios automática de tres relaciones – entendemos que suficientemente reforzada. De hecho, el chasis original de la pick-up ha recibido multitud de refuerzos y los ejes han sido reemplazados por durísimos Dynatrac Pro-rock 60 (eje delantero) y Pro-rock 80 (eje trasero). Unos neumáticos todoterreno de 40 pulgadas de diámetro están montados sobre llantas de 20 pulgadas, amortiguados sobre el chasis mediante un set de coilovers diseñados para la práctica del todoterreno extremo, con una enorme articulación.
En su interior, una carcasa de un compresor ha sido usada para alojar la palanca de cambios, y aunque se ha retenido el aspecto antiguo y espartano del Kaiser, se han reemplazado los asientos por unidades modernas, mucho más amables con las espaldas. La caja de la pick-up – fabricada ad hoc, dicho sea de paso – cuenta con detalles semi-transparentes, y a través de su rejilla podemos contemplar dos bonitas jerrycan de gasolina, de color verde. La altura del techo ha sido rebajada en casi 10 centímetros y una jaula antivuelco ha sido instalada en la parte trasera del coche. Es simplemente impresionante.