Como ya todos sabéis, el antiguo trío calavera de Top Gear está actualmente centrado en The Grand Tour, una propuesta equivalente en el servicio de streaming de vídeo de Amazon, Prime Video. En uno de sus últimos episodios, Jeremy Clarkson quiso demostrar que las gymkhanas de Ken Block no son más que una buena edición de vídeo, sin talento real tras el volante. Para ello, se subió a bordo de un Subaru Impreza WRX STI y trató de emular al piloto americano, sorteando obstáculos y derrapando en una granja de la campiña británica. ¿Cuál ha sido el resultado de esta intentona?
Como parodia de las gymkhanas de Ken Block, es desde luego todo un acierto. Todo el vídeo está a caballo entre el homenaje y la parodia, mejor dicho. Por ejemplo, algunas de las tomas son idénticas a las que pudimos disfrutar con Block, como por ejemplo esas rotaciones sobre planos fijos, grabadas con una serie de cámaras GoPro, dispuestas a lo largo de un carril. O esas derrapadas controladas en las que la zaga del coche va golpeando a los brazos de varios maniquíes, dispuestos en un semicírculo.
A lo largo del vídeo, Clarkson trata de poner caras de concentración al volante, o caras de impasividad absoluta, claramente incluidas en el guión. El toque cómico está reservado a los más observadores: mientras la cámara enfoca el cuentavueltas, se claramente cómo el coche está parado. Además, en algunos planos, Clarkson parece pisar los pedales sin ton ni son, como si estuviera jugando a un videojuego de baile. No amigos, no deberíamos tomarnos en serio esta gymkhana, porque ni siquiera The Grand Tour lo ideó como tal: es pura comedia.
En las «tomas falsas» podemos ver a Clarkson, tratando de entrar de lado a través de una valla de madera, impactando contra la misma en varias ocasiones. Son estos accidentes «guionizados» los que acabaron por cansarme del clásico trío calavera de Top Gear, y los que evidenciaron el completo giro del programa hacia el entretenimiento. Los últimos Top Gear no eran programas para aficionados al motor, y The Grand Tour tampoco lo es – a pesar de que su segunda temporada ha mejorado de forma sustancial con respecto a la primera.
Lo curioso es que el nuevo Top Gear – con Chris Harris, Matt LeBlanc y Rory Reid – ha acabado resultando más fresco y atractivo, renovando el interés en la franquicia de la BBC, y al mismo tiempo, atrayendo de nuevo a los más petrolheads.