Los movimientos de despachos entre marcas suelen decir mucho más de lo que aparentemente muestran, más aún entre marcas de relevancia como Audi y Volvo. Salvo muy contadas excepciones, todos los nombramientos de directivos y nuevos expertos responden a estrategias que dicen mucho del futuro de un fabricante. El último que se ha producido, con mucho interés escondido detrás, ha sido el fichaje por parte de Audi de Peter Martens, un nombre que quizás no te diga nada hasta que descubras que hasta hace sólo unos días era el Vicepresidente de I+D en Volvo Cars.
Tras conocer la estrategia a futuro del Grupo Volkswagen y este nuevo fichaje, quizás las piezas comiencen a encajarte. La reconversión del gigante alemán a través de una apuesta tecnológica sin precedentes no es un asunto que deban tomarse a la ligera, y por ello es más que probable que a corto plazo veamos movimientos en la línea del de Peter Martens. Fichar a algunos de los mejores expertos de la competencia es síntoma de querer llevar a cabo un gran cambio, y en Audi esta estrategia no acaba más que empezar.
Ingeniero de profesión, desde Marzo de 2011 Martens ha supervisado muy de cerca toda la reinvención de Volvo desde su adquisición por parte de Zhejiang Geely Holding. Durante su trayectoria se han llevado a cabo programas clave como el desarrollo de la plataforma modular SPA para la fabricación de vehículos y Drive-E para motorizaciones. También de I+D han salido tecnologías como el sistema PowerPulse o Pilot Assist que ya hemos probado, amén de todo el arsenal de asistencias a la conducción de los Volvo S90 y Volvo XC90 que han comenzado a recorrer el camino de Volvo hacia el coche autónomo.
¿Pero cuál es el interés de Audi en hacerse con uno de los expertos de Volvo? Para dar una respuesta a este movimiento deberíamos hablar de varios campos a la vez. La fuerte apuesta de Volvo Cars por la tecnología y todo lo relacionado con conectividad y seguridad está teniendo sus frutos. Junto a Tesla Motors son líderes absolutos en conducción autónoma e intercambio de información en tiempo real, mientras que en asistencias a la conducción van bastante por delante de fabricantes de primer nivel. A todo ello hay que unir su férrea defensa de la electrificación, ideando esquemas propulsores de tres y cuatro cilindros para animar desde urbanitas como el Volvo V40 hasta berlinas de lujo como el Volvo S90.
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