Cuando piensas en una moto deportiva de altos vuelos, piensas quizá en máquinas como la Yamaha R6 o las todopoderosas Honda CBR1000RR. Motos de cilindrada generosa, altísimo régimen de giro y potencia desbocada. Motos no aptas para todos los públicos, en resumen. Sin embargo, hace no tanto, era posible comprar motos deportivas de cilindrada baja y precio asequible. Motos deportivas menos “temerarias”, con mecánicas de cuatro cilindros y un sonido muy especial. Hoy en día, solo una moto conserva ese espíritu de antaño. Tiene 77 CV, gira a más de 15.000 rpm… y lo hace con menos de 400 centímetros cúbicos de cilindrada.
La esencia de esta moto es ofrecer lo mismo que encontraríamos en una Kawasaki Ninja ZX-10R a nivel de parte ciclo y efectividad, pero con una cilindrada y potencia inferiores. El diseño de la moto deja claro que estamos ante una Kawasaki muy deportiva. Es agresivo, tiene faros LED muy rasgados y una admisión ram-air central que recuerda a la todopoderosa Kawasaki H2. El carenado está cuajado de aristas y tiene el clásico verde del que la marca se enorgullece. El corazón de esta máquina es uno de los elementos claves de su personalidad explosiva.
Fotos de la Kawasaki ZX-4RR
Es de nuevo desarrollo, tiene cuatro cilindros y solo 399 cc de cubicaje. Este motor de carrera corta desarrolla 77 CV, y lo hace a la friolera de 14.500 rpm. Su techo de giro está por encima de las 15.000 rpm y se queda muy cerca de los 200 CV/litro de potencia específica. Sus cuatro colectores de admisión son independientes y tienen 34 mm de diámetro. La caja de cambios es de seis relaciones, y está apoyada por un embrague antirrebote y un sistema quick-shift – un sistema semi-automático que permite subir y bajar de marchas sin tocar el embrague, solo tocando el pedal del cambio.
Este motor, extremadamente puntiagudo, se da la mano de una parte ciclo de primer nivel, propia de una moto deportiva de alto rendimiento. Sin ir más lejos, su amortiguador trasero horizontal, un Showa BFRC, es idéntico al que monta la ZX-10R. Su horquilla delantera invertida tiene 37 mm y es regulable en precarga. Su sistema de frenado delantero es potente y está compuesto por dos discos de 290 mm de diámetro, con pinzas radiales monobloque de cuatro pistones, comunes en motos de altas prestaciones. Tenemos ABS en ambos ejes, además de un sistema KTRC (Kawasaki TRaction Control) de control de tracción, con tres modos.
Contamos con cuatro modos de conducción (deportivo, carretera, lluvia y piloto) para personalizar la experiencia de pilotaje, adaptando el funcionamiento del control de tracción, el ABS y la entrega de potencia del motor. Ambas ruedas son de 17 pulgadas, con doble medida de neumático y 160 mm de sección en el eje trasero. No es un neumático excesivamente ancho, pero permitirá a esta moto llevar un ritmo muy alto en zonas reviradas. A pesar de tener una orientación marcadamente deportiva, no resulta del todo incompatible con un uso diario: se le presupone un consumo de combustible contenido – gracias a su cilindrada – y aunque su manillar está adelantado, la forma del depósito no nos obliga a ir sobre él tumbados.
La instrumentación es 100% digital, a todo color, y aunque se centra en ofrecernos mucha información sobre la moto, también podemos conectarnos a la moto con la app Rideology para obtener una riqueza de información aun mayor desde nuestro smartphone. La Kawasaki ZX-4RR está a la venta en España por un precio de 10.150 euros. Es un precio elevado, pero es 3.000 euros inferior al de una ZX-6R y 12.000 euros inferior a una atómica ZX-10R o rivales comparables. Sin embargo, es bastante más cara que una Honda CBR500R, cuyo precio es de 7.400 euros.
No obstante, son comparaciones sin mucho sentido, puesto que la ZX-4RR juega en una liga propia, sin rivales de su nivel prestacional o configuración mecánica en su cilindrada. Si no valoras tanto elementos como el quick-shifter o su orientación al circuito, la ZX-4R ofrece casi lo mismo que la RR por un precio de 9.450 euros.
Fotos de la Kawasaki ZX-4RR