Las motos custom no son motos tan populares como las scooter de 125, pero tienen una clientela fiel y un atractivo innegable. La moto que protagoniza este artículo es una custom bastante diferente a las que os hemos presentado. No es una Triumph de 2,5 litros ni una Harley-Davidson Fat Boy, pero se inspira claramente en modelos americanos icónicos como las Harley-Davidson Sportster. Es una moto de origen chino y precio asequible, que bien podría pasar por puro músculo americano, pero que podrás conducir si posees el carnet B de coche.
Esa moto es la Keeway V-Cruise 125. Es una moto custom cuyo diseño trata de imitar claramente a modelos estadounidenses muy populares. Su peculiaridad es que pese a tener una cilindrada de 124 centímetros cúbicos, su motor no es un monocilíndrico, es un motor de dos cilindros en uve, un V-twin. Esta configuración mecánica produce un sonido diferenciado y tiene un carácter peculiar. En el caso de la Keeway V-Cruise 125, hablamos de un motor refrigerado por agua, con 14,5 CV de potencia máxima y un par motor de 14 Nm – cifras al límite del carnet A1/B.
Fotos de la Keeway V-Cruise 125
Este motor de inyección electrónica y lubricación por cárter seco – como buen V-twin – se asocia a una caja de cambios manual de seis relaciones y una transmisión por correa, con menos mantenimiento que una cadena. La parte ciclo destaca por ruedas asimétricas, de 15 pulgadas en el eje trasero y 16 pulgadas en el delantero, con neumáticos traseros de 150 mm de sección y bastante perfil – buscando ese aspecto custom. La horquilla delantera es invertida y el eje trasero está soportado por dos amortiguadores. El equipo de frenado consta de disco delantero de 300 mm de diámetro, y un disco trasero de 240 mm.
El sistema de frenado es un CBS, es decir, de frenada combinada. Carece de ABS, elemento de seguridad que consideramos ya imprescindible en motos de un cierto nivel de prestaciones o precio. Al tratarse de una moto custom, la posición del asiento es baja, con una altura al suelo de 690 mm. Esta posición de pilotaje va acompañada de una puesta a punto tranquila y cómoda. Con un peso en orden de marcha de 164 kilos, no es una moto especialmente ligera para su cilindrada, pero resulta sencillo maniobrar con ella a baja velocidad.
Esta moto tiene una coqueta instrumentación LCD de aspecto circular, y un faro también circular con tecnología LED, al igual que sus pilotos. Sus retrovisores son pequeños, y están montados sobre el manillar. No es una moto práctica: el acompañante sufrirá un asiento pequeño. No es práctica, pero sí es una moto que aparenta más potencia y cilindrada de la que realmente tiene, con un aspecto sensacional. Ahora bien, tiene un precio al contado de 4.390 euros en nuestro país, y hasta fin de mes la marca regala un año de seguro si tenemos al menos 25 años.
No es un precio asequible, teniendo en cuenta que Keeway no es una marca de primera línea, y las carencias en parte ciclo de la moto – la falta de ABS, fundamentalmente. En todo caso, es una moto que no compraremos con la cabeza, si no con el corazón.
Fotos de la Keeway V-Cruise 125