El KIA Sportage es uno de los SUV compactos superventas del mercado español. El SUV de KIA es un producto global, y se vende en diferentes mercados con mínimas adaptaciones – por ejemplo, en EE.UU. carece de motores diésel. En China el KIA Sportage sufre un cierto trastorno de personalidad. En vez de venderse en la forma en que lo conocemos en occidente, pasa a llamarse KIA KX5, y recibe un posicionamiento algo más premium. Aunque sea un coche con un diseño algo diferenciado, el KIA KX5 2019 nos da pistas claras acerca del futuro del KIA Sportage, con equipamiento que pronto podríamos ver en Europa.
A nivel de diseño poco hay que decir. El KIA KX5 tiene un diseño mucho más «chino». Pero no de la forma en que lo esperábamos: el KIA KX5 tiene un frontal que parece salido de los KIA de hace un lustro. Su parrilla me recuerda a la de los primeros KIA Ceed, con un aspecto mucho menos vistoso que la actual «tiger nose» diseñada por Peter Schreyer. Esta calandra está flanqueada por dos ópticas de aspecto conservador, unidas a la calandra mediante un embellecedor cromado que no me convence. El módulo de los antiniebla es el único punto de luz de un frontal que realmente no nos ha gustado.
KIA Kia Sportage
Es increíble cómo el frontal del coche hace que el resto del vehículo parezca mucho menos actual que el modelo europeo. En la zaga, el KIA KX5 tiene unas ópticas diferentes a las del KIA Sportage europeo, pero es una diferenciación sutil, compatible con los cánones de estilo de la marca. Los grandes cambios llegan en el interior del KIA KX5, y anticipan soluciones tecnológicas que bien podrían encontrar su hueco en los KIA Sportage europeos. La primera es una pantalla de 10,25″ para el sistema de infotainment, el mismo UVO Connect que llegará a Europa en los renovados KIA Niro.
Este sistema de infotainment no está por el momento disponible en el KIA Sportage europeo. Tampoco lo están los controles de climatización de este KIA KX5. En vez de botones físicos como los del Sportage, recurre a superficies táctiles – una clara tendencia en muchos vehículos modernos, con la que dicho sea de paso, no estoy de acuerdo. Por último, la instrumentación es diferente a la del KIA Sportage, contando con semiesferas y una pantalla TFT de 7 pulgadas en posición central. Es altamente probable que algunos de estos elementos de equipamiento se extiendan al Sportage que conocemos.
Por último, la gama de motores del KIA KX5 se limita a un 1.6 T-GDi con 177 CV de potencia y un 2.0 atmosférico, de 162 CV de potencia. El motor turboalimentado está asociado a una caja de cambios DCT de doble embrague y siete relaciones, mientras que el atmosférico recurre a un cambio de convertidor de par y seis relaciones.
Fuente: Carscoops