Es normal que no pienses habitualmente en el KIA Pride. Sin embargo, este coche ha sido uno de los más importantes en la historia de la marca coreana, y sin él, la marca no estaría en la cómoda posición en la que se encuentra actualmente. El KIA Pride es un coche cuya historia tiene origen a mediados de los años ochenta, en Estados Unidos y en Japón, además de tener una curiosa conexión con Irán. Con motivo del 80 aniversario de la fundación de KIA, la marca ha decidido rendirle un necesario homenaje con un curioso restomod. Pero antes, un poco de historia.
El primer coche auténticamente global de KIA
La historia del KIA Pride comienza a mediados de los años ochenta, cuando Ford decide encargar a Mazda el desarrollo y producción de un pequeño utilitario, destinado fundamentalmente a mercados emergentes asiáticos. Ese coche fue denominado Ford Festiva, y curiosamente, fue un producto auténticamente global. Fue vendido en Japón, Europa y Estados Unidos, entre otros mercados, con carrocerías de tres y cinco puertas, sedán y familiar. El coche también fue comercializado como Mazda 121, y no solo fue producido por Mazda, si no también por una ambiciosa KIA Motors.
Fotos del KIA Pridev:
Los Festiva de producción coreana se denominaron KIA Pride, y fueron vendidos en todo el mundo a partir del año 1987. En muchos países, el primer contacto del público con aquella desconocida marca coreana fue a través del sencillo Pride. Un coche barato y de diseño anónimo, pero práctico, sensato y de bajo mantenimiento. En estado francamente mediocre, aun veo un KIA Pride habitualmente por las calles de mi ciudad. Estaba dotado de motores de origen Mazda de 1,1 litros y 1,3 litros, atmosféricos de inyección (o carburados) con 55 CV y 60 CV.
KIA dejó de producir el Pride en el año 2000, pero el Pride aun sigue en producción en… Irán y Túnez. Desde el año 1993, el fabricante local Saipa los produce bajo licencia, y con los años, los ha ido evolucionando a nivel estético y técnico, reteniendo su misma base arcaica. En un mercado autárquico, todas sus piezas son de producción local. El Pride también se produce en Túnez por un fabricante local llamado Wallyscar. El Pride es un coche más icónico de lo que se pudiera pensar, y por ello KIA ha decidido rendirle un sonado homenaje en Reino Unido.
Una unidad del año 1996, procedente de la flota histórica de la marca en Reino Unido – tomad nota, marcas en España – fue convertida a propulsión eléctrica por el especialista Electrogenic. En vez de un motor de 1,3 litros y 60 CV, se ha montado un motor eléctrico capaz de desarrollar 109 CV de potencia y hasta 235 Nm de par motor máximo. El especialista ha retenido el cambio manual de cinco relaciones del Pride, aunque ha reforzado sus rodamientos y embrague para que pueda soportar adecuadamente su par motor – que dobla al original.
Este motor acciona el eje delantero y bebe energía de dos baterías de 10 kWh de capacidad, una de ellas ubicada bajo el capó, y la otra, en la zona trasera de carga. Sobre el papel, permiten una autonomía de 193 km, y su potencia máxima de carga es de 3,3 kW. Es decir, una carga completa demora unas seis horas. Lo sorprendente de esta conversión es que el restomod es solo 20 kg más pesado que el coche original: su peso es de solo 870 kilos. Su 0 a 100 km/h es de unos ocho segundos, muy inferior a los 12 segundos del Pride de gasolina.
La mecánica tiene modo Eco, Auto y Sport, limitando la potencia y aceleración en busca de una mayor eficiencia. En referencia al KIA EV6 del presente de KIA, el Pride ha sido pintado en su mismo White Pearl, pero retiene sus llantas de acero de 12 pulgadas con tapacubos, con una estética auténticamente sleeper. En su interior se han retapizado los asientos, con detalles en color verde lima como guiño al EV6. Incluso la instrumentación sigue en su lugar, con el indicador de nivel de combustible convertido en indicador de nivel de carga.
En resumen, es un restomod desenfadado, cargado de sabor y atención al detalle. Un buen homenaje al KIA Pride.