Hace ya más de cuatro años, en febrero de 2012, KIA nos presentó una peculiar propuesta conceptual, un KIA Soul convertido en deportivo. Lo llamó KIA Track’Ster e inevitablemente hemos tenido que pensar en él al conocer al nuevo KIA Soul 2017 y su versión deportiva, el KIA Soul con el motor 1.6 TGDI de 204 caballos.
KIA noshabría conquistado de sacar un Track’Ster de producción aunque las ventas, a buen seguro, no hubieran justificado de ninguna forma su comercialización
El KIA track’Ster se presentó con motivo del Salón de Chicago y su vocación deportiva saltaba rápidamente a la vista al ver sus pasos de rueda ensanchados (con unas llantas bastante bonitas sea dicho de paso) o la doble salida de escape. Además nos proponía sugerentes ideas de diseño, como sus ópticas.
El Interior era aún más llamativo recibiéndonos con unos asientos muy deportivos, buckets prácticamente. El habitáculo se teñía de blanco y rojo y adquiría una configuración biplaza, dando paso, en las plazas traseras, a un par de huecos destinados a herramientas, casco, extintor y una rueda de repuesto bien a la vista.
Sí, era un coche preparado para trackdays de serie, pero… ¿estaba su mecánica a la altura?
Mecánicamente el KIA Track’Ster hacía gala de un propulsor de 2 litros en lugar del de 1.6 litros empleado por el KIA Soul de 204 cv. Además su potencia era de 250 caballos, era tracción total en lugar de tracción delantera y manual en lugar de contar con una caja de cambios automática de doble embrague.
Por supuesto tampoco faltaba una nueva suspensión y unos nuevos frenos, encargándose Brembo de esto último.