La duda entre una marca generalista y una marca premium está siempre presente en la mente del consumidor. Tal vez no tanto en las categorías más básicas del mercado, pero cuando te vas a gastar varias decenas de miles de euros en un SUV de 7 plazas generalista que te acerca al terreno de un SUV grande y premium, casi no queda más remedio que hacerse la pregunta, ¿vale la pena comprar un coche de marca exclusiva? En este artículo y en el vídeo que lo acompaña vamos a intentar aclarar esa duda enfrentando al Kia Sorento 2021 (con un precio de 50.000 €) contra el Volvo XC90 (con un precio de 80.000 €)… ¿dónde está la diferencia?
¿Qué es diseño premium?
Tanto el Kia Sorento 2021 como el Volvo XC90 cuentan con un diseño moderno y atractivo, pero sus enfoques no son iguales.
KIA Kia Sorento
En el caso del Kia nos encontramos con un perfil más bajo, y alargado con múltiples líneas de carácter, que resulta más dinámico y acorde con la moda actual de vehículos que siempre tienen que dar una imagen de deportividad aunque sean lo contrario de un coche deportivo. Su calandra frontal de plástico negro con efecto tridimensional, las entradas de aire inferiores e incluso una trasera rotunda y de claro sabor americano contribuyen a esa imagen de producto fresco y atractivo.
En el Volvo, por el contrario, nos alejamos totalmente de modas y de deportividad. El frontal luce unas proporciones y una combinación de colores mucho más clásica e intemporal, sin dejar de ser un coche moderno. En el perfil, se dibuja un coche sencillo, casi minimalista, en el que hay pocas líneas, que tienden a ser paralelas entre sí en horizontal y que marcan la forma del habitáculo en vertical.
El Kia cuenta con elementos decorativos, como una incrustación en plástico cromado en la puerta delantera y una pequeña aleta de tiburón tras el pilar «C», que ayuda a dibujar la sensación de una caída de techo pronunciada, aunque no real. Numerosos nervios recorren su perfil, creando una imagen musculada y en cuña hacia delante.
En el Volvo no hay ornamentos, más allá de una pieza cromada en la parte inferior de las puertas. Tampoco hay líneas de carácter, toda la estética del coche se deja a cargo de su forma y proporciones como una escultura mucho más sencilla.
En la parte trasera, Kia recurre a una potente estética americana, con ópticas en lamas verticales que recuerdan la trasera de un Ford Mustang. Es un recurso estilístico eficaz, que hace una zaga rotunda, original y atractiva, aunque no implica un estilo propio de Kia sino un diseño muy atractivo que podría corresponder a cualquier otra marca.
En el caso del Volvo, desde la calandra frontal hasta las esculturales ópticas traseras rezuman personalidad Volvo de forma inequívoca. Resulta un coche inconfundiblemente Volvo, lo mires por donde lo mires.
¿Qué es acabado premium?
En los interiores hay que distinguir dos apartados: por un lado estaría la calidad de ajustes y materiales y por otro las posibilidades de configuración que nos da un coche y otro.
En calidad de ajustes y materiales, el Kia Sorento puntúa alto, con un interior repleto de tecnología, pantallas de máxima calidad y una estética robusta en la que volvemos a encontrar el gusto americano aquí y allá. Por otro lado, detrás de esa estética atractiva, moderna y tecnológica encontramos aireadores de plástico que imitan aluminio, una placa que simula acero cepillado pero también es de plástico y una consola central construida totalmente en plásticos rígidos, que llegan a crujir un poco si se fuerzan. El acabado típico del segmento en el que realmente compite (SEAT Tarraco, Peugeot 5008, Hyundai Santa Fe…)
Al sentarnos en el Volvo nos rodean materiales nobles. La piel es piel, la madera es cepillada de la mejor calidad, el salpicadero está tapizado con puntadas a la vista y la consola central es una preciosa combinación de piel, madera y moqueta en los laterales. En cuanto a calidad de construcción, no es posible hacer crujir ningún módulo del Volvo, todo parece anclado al chasis, y en cuanto al estilo resulta mucho más sencillo y minimalista que el de Kia, con menos botones, una mejor integración de la pantalla central y un ambiente minimalista y elegante incluso en las pantallas digitales.
Si entramos en las posibilidades de configuración, nos encontramos con miles de combinaciones posibles para el Volvo, entre carrocería, llantas, molduras, tapizados, moquetas y opciones de equipamiento, hasta lograr un coche que será virtualmente único en el mundo. En el caso del Kia, disponemos de una paleta de 10 colores de carrocería y absolutamente nada más, ya que es el tope de gama y lleva todo el equipamiento. Todos los coches son idénticos por dentro.
¿En qué consiste la experiencia premium?
Al volante de ambos coches se aprecian diferencias notables, siendo el Kia un vehículo más ágil en curva y más divertido de conducir. Parece más ligero de lo que es, y eso le añade puntos dinámicos muy necesarios en cualquier segmento que pretenda tener éxito en Europa. La conducción del Volvo, a pesar de tener un motor que empuja más y una suspensión neumática de altura y dureza variables, nos invita de inmediato a una conducción sosegada y placentera, muy lejos de los límites reales del coche.
Viajar en el Kia Sorento es una experiencia agradable en la que predomina la tecnología, los asistentes a la conducción y numerosos avisos que van saltando cada vez que el coche considera que estamos corriendo un riesgo. También es un coche silencioso, amplio y cómodo en el que viajar con total seguridad y con un buen nivel de eficiencia, especialmente en ciudad.
Viajar en el Volvo XC90 es otro tipo de experiencia. Es ir flotando en un salón rodante, rodeados de materiales nobles con su propio tacto (cuero, madera) su propia estética (combinaciones de colores naturales) y su propio olor a «coche caro». La ergonomía de los asientos es perfecta y el ambiente minimalista invita a viajes infinitos sin asomo de cansancio en una atmósfera de calidad y distinción.
Conclusiones
Hay 30.000 € de distancia entre el precio del Kia Sorento y el precio del Volvo XC90, que podrían ser muchos más si el Volvo llevara unas cuantas opciones adicionales o simplemente un motor más potente o híbrido. Funcionalmente, ambos vehículos cubren las mismas necesidades de transporte, con prestaciones, equipamiento y espacio similar y, sin embargo, poco tienen que ver uno con otro.
Si lo que valoras es el aspecto práctico de un coche, como medio de transporte, no hay duda de que la experiencia premium no va contigo. El Kia es tu coche.
Por otro lado, si sabes apreciar estar rodeado de los mejores materiales nobles, con un acabado y un diseño intemporal de estética y proporciones impecables y quieres viajar en un ambiente exclusivo, esa experiencia se llama lujo y el lujo tiene un precio.