Esta misma semana os adelantábamos algunas de las claves del último gran escándalo que amenaza a la industria del automóvil, el caso Kobe Steel. Esta empresa es uno de los proveedores de metales, de acero y aluminio, a los que han recurrido en los últimos años marcas como Toyota. El escándalo surgía en el momento en que Kobe Steel reconocía haber cometido importantes irregularidades en los controles de calidad y las certificaciones que emitieron de los metales que han ofrecido a sus clientes durante más de diez años. Clientes entre los cuales no solo hay marcas de coches, sino también fabricantes de aviones. La Agencia Europea de Seguridad Aérea recomendaba estos días detener el uso de materiales adquiridos a Kobe Steel. Pero, a falta de nuevas investigaciones, que serán necesarias, Toyota ya ha tranquilizado a sus clientes asegurando que no ha comprometido a la seguridad de sus coches.
En una primera investigación de las repercusiones que pueden haber tenido los materiales de Kobe Steel empleados por Toyota, la marca de coches japonesa ha llegado a la conclusión de que, según los datos de que disponen en los últimos tres años, el aluminio empleado en sus coches cumplía con los requisitos de calidad de sus productos.
Las láminas de aluminio que han sido revisadas se habrían empleado para aplicaciones como el capó de sus coches, el portón trasero, y otros paneles exteriores. Así lo reconocía Toyota en un comunicado y así parece que habría sido en los vehículos de otros fabricantes como Honda, Nissan y Mazda.
Dado que la presencia de metales de baja calidad no solo podría haber afectado a los pedidos recibidos directamente por las marcas, sino también en los que indirectamente han sido utilizados en piezas adquiridas a sus proveedores, la investigación seguirá su curso durante las próximas semanas, y muy probablemente durante los próximos meses.
Toyota estaría investigando algunos de los componentes que pudieran haberse visto afectados por metales de baja calidad que han llegado a sus coches desde otros proveedores, que podrían estar presentes en diferentes elementos que emplean cableados de cobre y acero, y extrusiones de aluminio.
Ver más información sobre el caso Kobe Steel
Fuente: Toyota | Automotive News