No todos los días se estrella un Koenigsegg, un deportivo de uno de los fabricantes más exclusivos y exquisitos del mundo. Aún más raro es que un Koenigsegg sufra un accidente antes incluso de llegar a su cliente. Y aún menos que ese Koenigsegg sea una de las piezas más exclusivas que hayan creado los de Ängelholm. En marzo se presentaba en el Salón de Ginebra el Koenigsegg Agera RS Gryphon, una ostentosa preparación especial del Koenigsegg Agera RS – con 1.360 CV de potencia (de un paquete opcional especial) y sus 1.395 kilogramos – rematada con detalles en oro de 24 quilates. Y hace apenas unos días nos enterábamos de que ese Koenigsegg Agera RS Gryphon había sufrido un accidente, quedando seriamente dañado, como se puede apreciar en la imagen que os mostramos más abajo.
Como al final todo se acaba sabiendo, en Koenigsegg no tardaron en publicar un comunicado aclarando lo sucedido. El Koenigsegg Agera RS Gryphon se encontraba en Trollhättan, en las instalaciones que un día fueron de Saab y que hoy son propiedad del holding National Electric Vehicle Sweeden AB (NEVS).
Uno de los pilotos de pruebas de Koenigsegg estaba trabajando en el proceso rutinario de certificación, puesta a punto, y pruebas, que la marca realiza antes de entregar sus vehículos. Con tan mala fortuna que, con el asfalto mojado por la lluvia, perdió el control y acabó saliéndose del asfalto para acabar hundido en un terraplén.
En su comunicado, Koenigsegg tranquilizaba asegurando que su piloto, y el pasajero que le acompañaba, no sufrieron heridas de consideración. Tras pasar por el hospital para un control rutinario, el habitual tras sufrir un accidente, fueron dados de alta de inmediato.
No hubo tanta suerte para el Koenigsegg Agera RS Gryphon, que acabó bastante dañado. En el análisis posterior Koenigsegg no encontró ningún daño estructural, o problema técnico, que hubiera podido causar el accidente. En definitiva, son cosas que suceden cuando se trabaja con bestias de este calibre. Y hay que congratularse de que no tuviera consecuencias personales.
Pero entre tanto había un cliente que estaba esperando su Koenigsegg Agera RS Gryphon y que ya no podría recibir su máquina, porque había sufrido un accidente.
El propio propietario del Koenigsegg Agera RS Gryphon, cuyo destino era Estados Unidos, reconoció en su cuenta de Instagram que Koenigsegg le había ofrecido una salida más que satisfactoria. Koenigsegg también nos ha mostrado una imagen (ver fotografía superior) en la que vemos que ya se han puesto manos a la obra para repararlo.
Para dejar satisfecho a su cliente, Koenigsegg se comprometía a fabricarle un nuevo Agera RS, que según dicen será incluso más exclusivo y especial que el Gryphon que estaba esperando. El Koenigsegg Agera RS Gryphon siniestrado, por otro lado, ya está siendo reparado para que muy pronto pueda rodar de nuevo. Pero su objetivo final será bien diferente. Koenigsegg ya no venderá esta unidad, sino que la aprovechará como coche de pruebas y desarrollo.
Tal vez algún día, dentro de unos años, lo veamos a la venta, y con cientos de miles de kilómetros en el marcador. Porque recordemos que la vida de estos deportivos de pruebas, lejos de la tranquilidad que generalmente rodea a un superdeportivo en el garaje de un cliente, es de lo más ajetreada.