Para alcanzar velocidades de récord, no solo necesitas un coche con más de 1.000 CV de potencia y una cuidadísima aerodinámica. No se deben olvidar los neumáticos, el único punto de contacto entre el suelo y el coche. Tanto el Bugatti Chiron como el Koenigsegg Agera RS – dos de los coches más rápidos del planeta – usan neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2. Estos neumáticos son aptos para la circulación en carreteras públicas y son los que el sueco calzó cuando hace unos meses alcanzó 457,93 km/h en una carretera pública cerrada al tráfico. Pero, ¿cuál es realmente el límite de estos neumáticos?
Los Sport Cup 2 que usan los Bugatti y Koenigsegg son casi idénticos a los que puedes montar en tu Ford Focus RS, pero en el caso de estos bólidos, su compuesto ha sido adaptado teniendo en cuenta sus características técnicas y potencial velocidad punta. Hasta la fecha, el Bugatti Chiron no ha tratado de alcanzar su velocidad punta, mientras que el Koenigsegg Agera RS ha batido hace unas semanas varios récords de velocidad punta, y es actualmente el coche más rápido del planeta – de forma oficial y certificada, con una media de 447,2 km/h en un recorrido de ida y vuelta en una carretera estadounidense.
Aprovechando el Salón de Detroit, Christian von Koenigsegg se reunió con Eric Schmedding – uno de los jefes de producto de más alto nivel en Michelin – para hablar sobre el récord del Agera RS y específicamente, cómo se comportaron los neumáticos Michelin que llevaba montados. Ya que Michelin y Koenigsegg han sido partners desde prácticamente la fundación del pequeño fabricante de superdeportivos, ingenieros de Michelin se encargaron de que los neumáticos pudieran soportar el estrés al que el récord los sometió. Uno de los mayores peligros para un neumático a semejantes velocidades es el estrés térmico.
El rozamiento eleva la temperatura del neumático a niveles peligrosos, mientras fortísimas fuerzas centrífugas someten a estrés su estructura tubular, pudiendo llegar a deformarla. Tras analizar las características técnicas del coche y las velocidades proyectadas en un laboratorio de pruebas, concluyeron que el neumático soportaría el récord, pese a no haber sido diseñado con semejantes velocidades en mente. De hecho, su código de velocidad no contempla ni de lejos superar los 450 km/h. En el desierto de Nevada, entre cada pasada de récord, Michelin revisaba que los neumáticos hubieran soportado adecuadamente el sufrimiento.
Los Michelin Pilot Sport Cup 2 poseen un refuerzo interno de aramida que evita su deformación bajo fuertes aceleraciones, ya sean centrífugas o laterales. Son las que permiten que el paso por curva de un vehículo equipado con estos semi-slicks sea casi meteórico. Este refuerzo fue mucho más importante que el compuesto o el diseño de la banda de rodadura a la hora de soportar velocidades superiores a los 450 km/h. Schmedding afirma que los neumáticos no estaban siquiera cerca de su límite a casi 460 km/h. Entonces, ¿hasta donde son capaces de llegar estos neumáticos de alta gama?
Según Schmedding y Christian Koenigsegg, «fácilmente más de 480 km/h». En palabras del propio Koenigsegg, actualmente podrían superar los 480 km/h, pero necesitarían modificar las relaciones de cambio de sus coches, así como elevar el régimen de giro de sus motores. Por el momento no está entre los planes de Koenigsegg. Pero si quisieran… podrían hacerlo. Que Bugatti y Hennessey tomen nota.
Fuente: The Drive
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