Los camiones tipo dumper son los vehículos con ruedas más grandes y pesados del planeta, sólo superados por equipamiento pesado de minería o plataformas de lanzamiento de transbordadores espaciales. Estos enormes camiones cargan con cientos de toneladas de rocas y minerales, y llegan a tener masas máximas autorizadas superiores a las 500 toneladas. Komatsu es uno de los fabricantes líderes en este tipo de vehículos, y es sobre uno de sus chasis sobre el que se ha creado el prometedor eDumper. Será el vehículo eléctrico más grande del mundo, y será capaz de generar más energía de la que consume. ¿Cómo lo hará?
El proyecto fue encargado por la empresa minera Ciments Vigier, basada en Suiza, y ha implicado a varias empresas como partners tecnológicos. Por una parte, se encuentran la alemana Lithium Storage GmbH, que ha desarrollado una enorme batería de níquel-manganeso, compuesta por nada menos que 1.440 celdas individuales. Esta batería tiene una capacidad total de 700 kWh, tanto como siete Tesla Model S P100D, el modelo tope de gama del fabricante estadounidense de eléctricos. Estas baterías han sido montadas en el chasis de un Komatsu HD 605-7, normalmente propulsado por un enorme motor turbodiésel.
Este camión es suministrado en Europa por el Kuhn Group, partner activo del proyecto eDumper. Con las baterías instaladas y dos motores eléctricos de 200 kW de potencia – uno de ellos usado sólo para alimentar los sistemas auxiliares e hidráulicos del camión – el dumper pesa 45 toneladas. Es capaz de acarrear 20 toneladas adicionales de áridos, y será usado en una cementera suiza. Hasta aquí no hay grandes novedades, más allá del tamaño del dumper, muy superior al avanzado autobús eléctrico de Proterra. No obstante, lo que han conseguido, es que el camión genere más energía de la que consume. ¿Cómo es posible?
Tiene que ver con la forma en que el camión será usado. El camión circulará pendiente – del 13% – arriba vacío, y será cargado con 20 toneladas de rocas y áridos, que posteriormente bajará al centro de procesado de la mina, ubicado en su parte inferior. Gracias a la frenada regenerativa y a las leyes de la física, el camión genera un excedente de 10 kWh por cada viaje. En un día, el camión hará la misma ruta 20 veces, generando un excedente total de 200 kWh. Esta energía es posteriormente volcada en la red eléctrica mediante un inversor de corriente, y usada por ejemplo, para alimentar otros equipos eléctricos de la mina.
Una solución muy interesante, que pone de relieve la necesidad que la industria pesada tiene para adaptarse a nuevas formas de movilidad, más sostenibles y eficientes.
Fuente: The Drive
En Diariomotor: