El Ministerio del Interior se ha propuesto que la Guardia Civil cuente con un parque automovilístico eficiente y sostenible, pero parece que la teoría es diferente a la práctica. Tal y como señala la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), más de 200 nuevos coches patrulla están parados. ¿La razón? Son eléctricos… y no tienen dónde cargarlos.
La AUGC explicaba en sus redes sociales que, en las dependencias oficiales de Alcalá de Henares, hay 380 vehículos listos para ser estrenados por las patrullas. No lo han hecho porque la mayoría de ellos son eléctricos y, según apuntan, no tienen cargadores específicos para poner a punto las baterías.
La clave del problema
La Guardia Civil habría recibido, a finales de mayo de 2022, el presupuesto necesario para llevar a cabo la correspondiente estación. No obstante, la adjudicación del contrato se hizo siete meses después: en diciembre. La elegida para ello fue Orange, pero esta compañía no disponía de tiempo para instalar la mitad de los cargadores: era lo que se había previsto para el año pasado.
Así las cosas, los vehículos patrulla eléctricos no han podido cumplir sus funciones: realizar las patrullas de seguridad ciudadana para las que están destinados. Todo apunta a que no podrán cumplir con este cometido hasta después de verano, teniendo en cuenta los plazos previstos para instalar los cargadores.
Los coches: Nissan Leaf y Renault Arkana
Los 380 vehículos que ha recibido la Guardia Civil se dividen en dos lotes: el valor total de todos los vehículos, recibidos el 20 de diciembre de 2022, asciende a 12,5 millones de euros.
El primero (que tiene un valor de casi 7,9 millones de euros) está integrado por 230 Nissan Leaf: este compacto japonés puede estar equipado con un motor de 150 CV y una batería de 40 kWh con una autonomía de hasta 270 kilómetros o con un motor de 218 CV y un pack de baterías de 60 kWh con el que se pueden alcanzar los 385 kilómetros de autonomía.
En el segundo nos encontramos con 150 Renault Arkana, que han costado unos 4,6 millones de euros. Un SUV impulsado por un motor 1.3 de gasolina de cuatro cilindros con turbocompresor, que tiene 140 CV (aunque hay una versión de 160 CV). Este bloque cuenta con un sistema de hibridación ligera de 12 voltios, que le permite desconectar el motor en la fase de frenado e iniciar la marcha de un modo puramente eléctrico. Eso sí, no necesita conectarse a la red eléctrica.
Más puntos de debate
La ausencia de cargadores no es el único punto de debate. Las asociaciones no terminan de ver con buenos ojos la elección del Nissan Leaf debido a su autonomía: creen que su carácter eléctrico limita las actuaciones que se pueden llevar a cabo con él. En un principio, estarían destinados a realizar patrullas de seguridad ciudadana y no a persecuciones u operaciones en las que se efectúa una conducción más viva, donde la autonomía puede convertirse en un lastre.
También las motos del Seprona
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha recibido 157 nuevas motos eléctricas (casi 2,2 millones de euros). Los modelos, en cuestión, tienen una autonomía que no supera las cuatro horas, con un tope de 143 kilómetros en ciudad y de 63 en carretera. La asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) señala que estas cifras se quedan cortas teniendo en cuenta el tipo de servicios que lleva a cabo el Seprona.
La respuesta de la Guardia Civil
La Guardia Civil ha respondido a estas asociaciones a través de un comunicado en el que asegura que todos los coches eléctricos asignados a las distintas unidades tienen “diferentes posibilidades de recarga como puntos habilitados, tarjetas de recarga y cargadores portátiles adaptables”.
Añaden que la Dirección General no tiene constancia de que “ningún vehículo eléctrico esté parado por no disponer de posibilidades de recarga”. Recuerdan, además, que, en 2020 y 2021, incorporaron a la flota 184 modelos de este tipo que están prestando servicio en unidades fiscales, cabeceras de comandancia y algunos puestos principales donde existen puntos de recarga u otros medios para poner a punto sus baterías. Por último, apuntan que recientemente han recibido 230 eléctricos (una cifra que coincide con los Nissan Leaf de Alcalá de Henares) que, actualmente, están en proceso de ser asignados a las unidades.