El parque automovilístico español es uno de los más envejecidos de toda Europa, un hecho que pone de relevancia la necesidad de activar planes de renovación de vehículos. Sin embargo, pese a ello, aún siguen existiendo miles y miles de vehículos con una edad muy avanzada que, además, al estar situados en zonas muy apartadas de los grandes núcleos urbanos, pueden no estar al día en términos administrativos o legales. Es ahí donde la DGT quiere «meter mano».
No es la primera vez que hablamos de los coches zombis, ni de las bajas temporales, un problema que la DGT quiere atajar con la reforma del Reglamento General de Vehículos, de manera que a partir de ahora las bajas temporales no se extenderán de manera indefinida en el tiempo, sino que tendrán una duración limitada de un año, prorrogable si el propietario así lo manifiesta.
Con esta medida se pretende detener en seco el fenómeno de los «coches zombis», coches que aparentemente habían sido dados de baja definitiva por sus propietarios pero que, en realidad, estaban de baja temporal para que los desguaces ilegales pudiesen exportarlos o despiezarlos con una menor carga fiscal.
La DGT también quiere luchar contra los coches más viejos
No es la única novedad que «esconde» la mencionada reforma del Reglamento General de Vehículos, ya que la DGT también pretende atajar un problema que, en el fondo, es igual de grave que el anteriormente mencionado. Seguro que muchos de vosotros conocéis el caso del típico coche de pueblo que, arramblado en una esquina de la casa familiar, lleva años y años parado a la espera de una segunda vida que, posiblemente, no va a llegar nunca.
Un caso que también se puede trasladar al coche viejo que, sin ningún tipo de cuidado o mantenimiento, sólo se utiliza para ir «a la tierra», de una calle a otra del mismo pueblo…vehículos que generalmente tienen una antigüedad muy grande pero que, sin embargo, siguen funcionando aunque no acudan a las inspecciones de ITV ni estén asegurados por sus propietarios porque «total, para qué».
Frente a estas prácticas, la DGT ha tomado la decisión de poder actuar de oficio, de manera que los coches que lleven 10 años sin acudir a una estación de ITV ni sin ser asegurados podrán ser dados de baja definitiva por la DGT de manera automática, actuando Tráfico de manera autónoma tras ser autorizado por la jefatura provincial correspondiente.
Pese a constar como «baja definitiva», el legítimo propietario podrá solicitar posteriormente la rehabilitación y su puesta otra vez de alta siempre que sea capaz de acreditar la existencia del mismo y el cumplimiento de los requisitos para obtener el permiso de circulación.