Estados Unidos se ha postulado desde hace algunos años como el último refugio de los petrolheads y la pasión por la potencia desenfrenada, pero lo cierto es que la electrificación y las normativas anticontaminación han cruzado el charco para cobrarse una nueva víctima: tan sólo quedan dos años para poner punto y final a la producción del V8 Hellcat de Dodge, uno de los motores más míticos.
Concretamente ha sido Tim Kuniskis (CEO de Dodge) en declaraciones a los compañeros de Motor Authority en el marco del pasado Salón del Automóvil de Los Ángeles quien confirmó que para finales de 2023 dejarán de ofrecer este propulsor. De hecho, para esa fecha se reemplazarán los actuales Charger y Challenger por nuevos coches basados en nuevas plataformas, todo ello siguiendo la hoja de ruta de electrificación marcada por Stellantis.
No obstante, aún se espera que aparezca una nueva entrega de este V8 de 6,2 litros con sobrealimentación por compresor volumétrico a modo de despedida que se unirá a los recientemente presentados Dodge Charger y Challenger Jailbreak con más 800 CV de potencia, y es que las ventas de los modelos asociados a esta mecánica no pueden calificarse ni mucho menos de fracaso si tenemos en cuenta las más de 50.000 unidades fabricadas bajo el logotipo de Dodge, más otras cuantas asociadas a las pick-ups RAM. De hecho, podemos decir que el Hellcat ha ayudado a democratizar los coches de muy altas prestaciones, al menos en EE.UU.
El primer muscle car eléctrico de la marca verá la luz en 2024
Pero como es evidente, la demanda de potencia sigue ahí fuera entre los clientes de Dodge, y la marca va a satisfacer sus necesidades. Por un lado, a finales de este próximo año la marca tiene pensado poner en producción un nuevo modelo con mecánica híbrida enchufable de altas prestaciones del que no se conoce mucha más información, salvo que se trata de un SUV y no es el Dodge Durango.
Sin embargo, lo más interesante y lo que más ampollas levante entre los puristas sea la presentación de un muscle car eléctrico en el primer trimestre de 2022, aunque no se trata de una versión definitiva, sino de un concept car fruto del programa eMuscle de la marca que tiene como primer objetivo ofrecer una versión de producción del mismo para 2024 que promete potencia a raudales y, en palabras de Kuniskis, «una electrificación de forma diferente a la de todas las demás marcas», pero que no se puede desvelar de qué forma hasta que Stellantis tenga todas las patentes registradas.
Fuentes: Motor Authority | CarsCoops