Con la presentación del nuevo Tesla Model S Plaid, y con él una nueva generación de baterías, Tesla sienta las bases de su siguiente gran avance.
La próxima revolución de Tesla estará en la recarga, y más concretamente en la red supercharger, algo que con lo que pretende recuperar el terreno cedido frente a otros fabricantes de coches e infraestructuras de carga. No será un cambio fácil, pero Tesla ya ha confirmado que una mejora de los supercharger está en camino y con ella veremos potencias de recarga de hasta 350 kW.
Tesla Model S
Durante el evento de presentación del nuevo Tesla Model S Plaid, la firma californiana ha desgranado algunos detalles sobre el futuro de su infraesructura de recarga, un elemento clave en el futuro del fabricante teniendo en cuenta la ganancia en capacidad de batería de sus coches, el volumen de unidades en circulación que debe soportar la red supercharger y el próximo lanzamiento del Tesla Semi.
Pues bien, Tesla ha comunicado que ya está trabajando en una nueva evolución de la red supercharger para seguir aumentando su potencia. Si bien ahora la red ha alcanzado potencias máximas de 250 kW, el siguiente paso que dará Tesla será llegar a los 280 kW, después a los 300 kW, terminando por fin en los 350 kW. Pero la marca asegura que no se quedará ahí, pues las necesidades de su camión eléctrico están bastante por encima de las de los coches, y por ello dice estar barajando otras opciones para garantizar tiempos de recarga lo más reducidos posibles.
Quizá el factor clave al que ahora se enfrenta Tesla es el salto a la arquitectura de 800 voltios (o más), pues es una vía prácticamente obligada para seguir subiendo en potencia de recarga. Esta arquitectura es por ejemplo la que encontramos en Porsche/Audi, o también Hyundai/Kia, descubriendo así potencias de hasta 320 kW para la recarga rápida. En paralelo, Tesla también tiene por delante sacar al mercado su nueva generación de baterías 4680, una tecnología de última hornada que tendría que haberse presentado en el recién cancelado Plaid+, y que podría ser la excusa perfecta para dar el salto definitivo hacia potencias de recarga mayores.