En el mundo de los coches hay líneas que no se pueden cruzar, aunque hay ocasiones, como esta, en que es necesario hacerlo. Un taller estadounidense especializado en diésel decidió meter un motor Cummins de 6 cilindros en un Lamborghini Gallardo. Eso sí, ahora el coche tiene 1.000cv más que con el motor original.
Demostración de poderío con un motor Cummins diésel biturbo
Este engendro ha salido de las manos de un taller llamado 1 Way Diesel Performance en un alarde de sus capacidades. Un movimiento de marketing basado en una palabra: Pasión.
El motor empleado es un 5.9 de 6 cilindros en línea pegado a 2 turbos gemelos que, según una de las últimas publicaciones del equipo en su Facebook, logra desarrollar 1.500cv de potencia. No hay imágenes de banco de potencia pero, hasta entonces, se habían confirmado 1.100cv, que siguen siendo bastantes más que los de un Gallardo original.
El Lamborghini rescatado
Ni a los puristas, ni a los que reparten las etiquetas medioambientales de la DGT les gusta un motor diésel dentro de un Lambo, pero mira su estado original en las imágenes. Los de 1 Way Diesel Performance pillaron un cascarón de metal fruto de un fuerte accidente. Estaba destinado a hacerse un cubito en el desguace.
Si te fijas en la llanta que tenía, puede que su anterior dueño no lo tratase demasiado bien. Habría sido una verdadera pena no darle una segunda oportunidad a un coche del que solo se fabricaron 14.022 unidades entre 2.003 y 2.013. Estos tipos lo hicieron y aprovecharon para exhibirse y demostrar que el diésel no está muerto.
Este chasis data de 2004 y tuvieron que echarle bastante dinero encima para, a parte de ponerlo en orden de marcha, personalizarlo para que diese más el cante en su aparición en el programa «Texas Metal Loud and Lifted» de Motor Trend. Te cuento algunas de sus modificaciones abajo.
Modificaciones Lamborghini Gallardo diésel Cummins
Dejando a un lado el motor, el coche ha recibido un kit de carrocería del famoso taller japonés Liberty Walk, un alerón gigantes com llantas personalizadas, frenada Wilwood y suspensión neumática.
El chasis se ha reconstruido y desdoblado, adaptando el cortafuegos del vano motor para encajar la bancada de 6 cilindros, ligeramente más larga que la original. Se ha renovado todo el interior con asientos, panel de instrumentos, volante, etc.
¿Te parece que sigue siendo un sacrilegio lo de meterle un motor diésel a pesar de que era un coche destrozado al que el destino había abandonado?