Casi nada, ya son 10.000 unidades del Lamborghini Aventador las que la firma de Sant’Agata Bolognese ha producido en nueve años, igualando así al Urus, aunque este SUV consiguió alcanzar esa cifra un poquito antes (tres años). No obstante, esta marca conseguida por el V12 del toro no es cosa menor, ya que en precio estaríamos hablando de unos 200.000 SEAT León, es decir, los mismos que se venden en nuestro país durante aproximadamente seis años.
El Aventador es la máxima expresión de Lamborghini
El chasis número 10.000 del Aventador corresponde a un SVJ Roadster en color Grigio Acheso (gris) con pequeños detalles en Rosso Mimir (rojo) a juego con un interior Ad Personam bicolor (rojo y tegro) que tendrá por delante un largo camino hasta llegar a su destino final: Tailandia.
Desde que se puso a la venta el Aventador LP700-4 con carrocería coupé allá por el año 2011 se ha convertido en el buque insignia de Lamborghini, en su modelo más exclusivo y radical, destinado a aquellos amantes de los supercoches con una abultada cartera. Aunque por ahí hay otra definición que lo describe perfectamente: «un enorme perro naraja que escupe llamas por el tubo de escape» (Jeremy Clarkson).
Sea como fuere, el sucesor del Murciélago cuenta con un monocasco en fibra de carbono que le otorga una gran rigidez estructural a la vez que ayuda a contener el peso, continuando así la tradición de la marca que inauguró un tal Horacio Pagani, recurriendo a un propulsor supercuadrado V12 atmosférico, de 6,5 litros que rinde una potencia de 770 CV a 8.500 r.p.m. en la versión SVJ, junto a 720 Nm de par para conseguir una aceleración de 0 a 100 km/h de 2,8 segundos, además de una velocidad punta de 350 km/h.
Así ha evolucionado el Aventador en estos nueve años
En el año 2011 se da comienzo a la producción del Aventador con la versión coupé LP700-04, que como su nombre bien indica, contaba con 700 CV de potencia, hasta que un año después se le sumó el Roadster con cambios en el pilar trasero de fibra de carbono para poder anclar el techo, alojar los arcos de seguridad antivuelco, y paliar lo máximo posible la disminución de rigidez estructural. Además, también se aprovechó ese Roadster como escusa para presentar el Aventador J en el Salón de Ginebra de 2012, un descapotable sin tacho ni parabrisas, capaz de superar los 300 km/h y homologado para circular por carretera abierta.
En 2016, para conmemorar el 50 aniversario del Miura, el departamento de trabajos especiales de la compañía, Ad Personam, creó 50 unidades del Aventador Miura Homage basadas en la versión coupé, en color naranja con una parte inferior en dorado a juego con sus llantas. Ese mismo año también llegó la versión ‘S’, acompañada de un V12 mejorado para alcanzar los 740 CV de potencia, una suspensión revisada, dirección y tracción a las cuatro ruedas, y un nuevo modo de conducción denominado EGO, el cual no es más que un modo que permite guardar los ajustes preferidos del conductor para cada parámetro, lo que viene siendo un «Individual».
El año pasado fue cuando conocimos el SVJ «Superveloce Jota», la versión más radical hasta el momento, con 770 CV y limitada a 900 unidades, la cual se proclamó como el vehículo de producción más rápido en Nürburgring-Nordschleife con un tiempo de 6:44,97 minutos. Sin embargo, esas 900 unidades le debían parecer «poco exclusivas» a los italianos, porque en honor al año de fundación de la marca (1963) se han producido 63 unidades del SVJ63, un modelo con aún más carbono y unos ajustas aún más radicales.