Además de Pulp Fiction, Forrest Gump, El Padrino, La vida es bella, Gran Torino o El club de la lucha, una de las películas preferidas por la mayoría de los espectadores y cinéfilos es El lobo de Wall Street (2013). Si has visto esta filmación y te gustan los coches, seguro que recuerdas el superdeportivo italiano que aparece en ella. Se trata de un Lamborghini Countach 25 Aniversario de color blanco que cobró fama a raíz de una escena en la que es conducido por Jordan Belfort (interpretado por Leonardo DiCaprio) bajo los efectos del alcohol y de las drogas. Acaba siniestrándolo duramente.
Pues bien, una de las dos unidades con las que se realizó el rodaje va a salir a subasta este mismo año. La otra, por desgracia, fue destrozada, pues Martin Scorsese, director de la película, tenía presupuesto de sobra y obsesión con la autenticidad de sus cintas (en estos casos, normalmente, se usan réplicas a escala real o maquetas digitalizadas). Tal puja se va a llevar a cabo en Nueva York el próximo 8 de diciembre y, aunque se estima que alcance un precio de 2 millones de dólares (alrededor de 1,8 millones de euros al cambio de divisa actual), es probable que alguien pague mucho más por él.
RM Sotheby’s, esa compañía omnipresente, responsable de transferir un automóvil tan rápido y potente como mítico
La operación y adjudicación al mejor postor correrá a cargo de la reputada empresa especialista RM Sotheby’s, que dentro de poco también se ocupará de la licitación de uno de los Ferrari más exclusivos del planeta. Al margen de ser el coche que aparece en una de las películas más célebres de la historia del cine, un Countach 25th ya es, per se, un unicornio con cuatro ruedas del que sólo se fabricaron 657 unidades entre 1988 y 1990. En esencia, fue una edición especial, con un rediseño firmado por el argentino Horacio Pagani, que despedía al modelo antes de la llegada de su sustituto, el Diablo.
El ejemplar del Lamborghini en cuestión, cuyo código de chasis es el KLA12722, lleva instalado un propulsor V12 de gasolina con aspiración natural, 5,2 litros de cilindrada y 455 CV de potencia máxima. Al haber sido destinada para el mercado norteamericano, también dispone de inyección mecánica en lugar de carburadores, así como de un gran parachoques delantero específico, el cual mermaba su aerodinámica a cambio de una mayor seguridad. En aquel continente se vendieron un total de 23, de forma que es una pieza de colección muy cotizada al otro lado del Atlántico. Y tú, ¿lo comprarías?