Si tienes tanto dinero que no sabes qué hacer con él, posiblemente seas el tipo de cliente del Lamborghini Essenza SCV12. No es un superdeportivo de calle, es un coche creado exclusivamente para participar en eventos de conducción en circuito. No podrás participar en eventos competitivos de la FIA con el Essenza SCV12, pero sí podrás acceder a decenas de experiencias exclusivas con otros propietarios de este carreras-cliente. En este artícuo te contamos todo sobre este capricho hedonista, que solo los petrolhead más afluentes podrán disfrutar.
El Lamborghini Essenza SCV12 ha sido desarrollado por Lamborghini con el inestimable apoyo de Squadra Corse, su escudería de carreras. Su diseño parece sacado de un videojuego de carreras del futuro. Parece una recreación por ordenador, pero es tan extremo que es absolutamente real. No está limitado por normativas de la FIA o normativas de protección ante atropellos. Podríamos definirlo como una combinación entre un Lamborghini Sián y un Lamborghini Veneno, por citar dos de los toros más bravos y alocados de la ganadería de Sant Agata Bolognese.
Es un diseño absolutamente extremo y cargado de ángulos, pero completamente supeditado a su función. El gigantesco difusor trasero o su spoiler ajustable son de ello la prueba más fehaciente. Personalmente me encanta el diseño de la cubierta del motor, y los pequeños faros LED frontales, que me recuerdan a prototipos clásicos de carreras. El hexágono es la forma que más se repite en su carrocería, cuajada de soluciones aerodinámicas diseñadas con el máximo rendimiento en pista en mente. Para muestra un botón: genera 1.200 kg de carga aerodinámica a 250 km/h.
Su interior es lujoso, pero orientado completamente a un uso en circuito. Desde sus baquets de carbono – fabricados por OMP – podremos agarrar un volante de competición, con una pantalla que nos dirá todo lo que debemos saber en plena tanda. En la consola central una botonera aglutina las funciones más importantes del coche. La alcantara y la fibra de carbono llega a donde llega nuestra mirada. A nivel de tren de rodaje, cuenta con llantas de 19 y 20 pulgadas, calzadas con neumáticos de tipo slick firmados por Pirelli.
La mecánica, el alma de este Lamborghini, es un V12 atmosférico de 830 CV de potencia. Es el atmosférico más potente jamás desarrollado por Lamborghini. No tiene ningún tipo de hibridación, y al contrario que sus hermanos de calle, pasa su potencia solo al tren trasero. Y lo hace a través de una caja de cambios secuencial de seis relaciones firmada por X-trac. Con una relación peso-potencia de solo 1,66 CV/kg, es un coche prodigiosamente rápido, y en palabras de Lamborghini mucho más eficaz que un coche de la categoría FIA GT3. Un capricho de altura.