El primer coche híbrido de Lamborghini está muy cerca y este mismo 2019 lo conoceremos. Aunque el Lamborghini Aventador SVJ Roadster ha sido la principal atracción de la firma italiana en el salón del automóvil de Ginebra, ha sido inevitable que las preguntas sobre su primer coche híbrido hayan sido las más habituales. Sí, el primer coche híbrido de Lamborghini se confirma, pero además revela un importante aspecto sobre su diseño, pues Lamborghini ha decidido no usar baterías en su híbrido para apostar por una tecnología capaz de ofrecer menos peso y mayor rendimiento.
Aunque a la hora de hablar de híbridos lo común es dar por hecho que el sistema de almacenamiento energético son baterías, la realidad es que el mercado ofrece diferentes tecnologías que son tan capaces como las baterías, aunque por desgracia no cuentan con el mismo apoyo: volantes de inercia, acumuladores hidráulicos, supercondensadores, etc. Y son justo estos últimos, los supercondensadores, la tecnología escogida por Lamborghini para desarrollar su primer coche híbrido.
La relación de Lamborghini con los supercondesadores como sistema de almacenaniento «energético» viene de lejos, y es que desde la aparición del Aventador, Lamborghini ya firmó un acuerdo con Maxwell Technologies para la implementación del sistema Stop/Start del Aventador. El objetivo de esta primera colaboración era ofrecer un sistema de peso muy reducido y rápida respuesta, motivo por el que se descartó el uso de baterías en favor de un sistema de supercondesandores cuyos beneficios están principalmente en el bajo peso y la rápida respuesta.
De este modo, y según revela Road&Track en una entrevista al jefe de ingeniería de Lamborghini Maurizio Reggiani, Lamborghini ha decidido explorar este mismo camino con su nuevo proyecto LB84H que no es otra cosa que el primer coche híbrido de la marca. Con esta estrategia Lamborghini pretende conservar su 6.5 V12 atmosférico como absoluto protagonista, pero añadiendo un sistema híbrido con un motor eléctrico alimentado por supercondesadores. Con esta fórmula el incremento de peso sería mínimo, al igual que de tamaño, beneficándose además de una capacidad de carga y descarga muy elevada para funcionar como sistema KERS instantáneo. Eso sí, la apuesta por los supercondesadores tiene un claro hándicap, la capacidad de almacenamiento es muy reducida en comparación con las baterías, motivo por el que será muy difícil que veamos una importante reducción de emisiones o una gran autonomía en modo 100% eléctrico.