Lamborghini ha vuelto a sorprendernos. 640 CV de potencia tienen la culpa, un motor V10 y sobre todo una dotación tecnológica enfocada a apurar cada metro de la pista, cada décima de segundo, para batir récords tan disputados como el de la vuelta rápida al Nordschleife de Nürburgring en un deportivo de producción. Tecnologías como Aerodinamica Lamborghini Attiva (ALA), una serie de sistemas aerodinámicos activos muy avanzados, que irían mucho más allá de lo permisible en la homologación de un deportivo de carreras y que hacen del Lamborghini Huracán Performante el mejor Lamborghini jamás creado y una versión muy radical y enfocada en los circuitos del Lamborghini Huracán. ¿Pero cuál es el secreto de la aerodinámica del Lamborghini Huracán Performante?
Para hacer que un deportivo sea efectivo, y por ende rápido, en todo tipo de condiciones, necesitas algo más que aumentar la potencia hasta los 640 CV, algo más que aligerarlo en 40 kilogramos y algo más que poner a punto el conjunto para ofrecer el máximo rendimiento en un circuito. En un deportivo que aspira a batir un récord en un circuito tan complejo – y largo – como Nürburgring es deseable que este sea capaz de trazar con precisión, sin descomponerse, y a la máxima velocidad posible las curvas más cerradas. También es deseable que sea estable en las curvas más rápidas. Y, por supuesto, es deseable que la carga aerodinámica no sea un impedimento para alcanzar la mayor velocidad punta posible en la inmensa recta del Infierno Verde.
Lamborghini Huracán EVO
¿Y cómo se puede conseguir todo eso? Con toda una serie de sistemas aerodinámicos activos que Lamborghini ha definido, por supuesto en italiano, como Aerodinamica Lamborghini Attiva, y que también reconoceremos por el acrónimo ALA, que como bien apunta Lamborghini es la palabra que tanto en italiano como en castellano utilizamos para hablar de alas.
Un sistema de aerodinámica activa perfectamente integrado
Lejos de trabajar con alerones, spoilers y aletines ajustables, Lamborghini decidió crear un sistema inteligente de aerodinámica activa que permanentemente buscase el ajuste idóneo para ofrecer el alcanzar el mayor rendimiento del Lamborghini Huracán Performante. Eso quiere decir que los ajustes de sus sistemas aerodinámicos activos varían sobre la marcha según lo decida la electrónica, con un sistema de gobierno denominado Adaptive Network Intelligent Management (ANIMA) y un despliegue de sensores, con tres acelerómetros y tres giroscopios, denominado Lamborghini Piattaforma Inerziale (LPI). Este despliegue tecnológico se encarga de analizar la situación del deportivo y, en función de esta, ajustar todos los sistemas susceptibles de ser ajustados para que estos ofrezcan la respuesta ideal en esa situación.
Los ajustes que practica el sistema ANIMA y ALA también son dependientes del modo de conducción escogido. En el Lamborghini Huracán Performante nos encontramos con un modo Strada, de carretera, que prioritiza la estabilidad y una buena tracción, porque a pesar de todo sigue siendo un deportivo de calle; un modo Sport, que busca un tacto de tracción trasera, primando el sobreviraje y la facilidad para hacer drifting; y un modo Corsa, que busca la mayor agilidad y sobre todo la mayor precisión para conseguir los mejores tiempos en circuito.
Estos sistemas no solo ajustan la aerodinámica, sino también el rendimiento del propio chasis, la dirección, y hasta el reparto de tracción de sus diferenciales.
Un spoiler frontal activo
En el Lamborghini Huracán Performante se ha empleado un spoiler delantero activo, con unos aletines en el frontal que se pliegan y despliegan en 500 milisegundos, en medio segundo, gracias a un motor eléctrico que se encarga de su apertura y cierre. Cuando el sistema está desactivado, y los aletines cerrados, por ejemplo en frenadas contundentes, o negociando curvas rápidas, el Lamborghini Huracán Performante goza de la máxima carga aerodinámica en el frontal.
Cuando los aletines se abren, se alivia la presión del aire en el frontal y el aire pasa por unos conductos que lo redirigen hacia la base del Lamborghini Huracán Performante reduciendo la resistencia aerodinámica y ofreciendo las condiciones óptimas para que podamos alcanzar la máxima aceleración y la velocidad punta teórica de este deportivo.
Detalle del spoiler delantero activo.
Un alerón trasero fijo, pero con un sistema aerodinámico activo
Otra de las genialidades de Lamborghini nos la hemos encontrado en el inmenso alerón del Lamborghini Huracán Performante que, contra todo pronóstico, es fijo. A priori nos podría costar comprender cómo Lamborghini ha apostado por un alerón fijo, sabiendo que un alerón de su tamaño, concebido adrede para tal fin, teóricamente nos ayudaría a mejorar nuestro paso por curva mejorando la estabilidad, pero también sería un lastre enorme a la hora de alcanzar la máxima velocidad punta. Y es que Lamborghini no ha querido jugar con la inclinación, o la posición y altura de su alerón, sino redirigiendo – una vez más – el flujo del aire que rodea y atraviesa su deportivo.
Dice Lamborghini que descartaron el empleo de un alerón activo, como el que sí emplea el Lamborghini Aventador S Coupé (que pivota para colocarse en tres posiciones diferentes) porque prescindiendo de un alerón activo, y el sistema hidráulico que requiere para mover el alerón, han conseguido que su sistema sea un 80% más ligero. Y lo mejor de todo es que sigue siendo igualmente efectivo.
Dice Lamborghini que la carga aerodinámica con la cual el Huracán Performante es muchísimo más estable en curvas rápidas y frenadas contundentes ha aumentado… ¡un 750% con respecto a un Lamborghini Huracán Coupé!
Bajo esta luneta nos encontramos con cuatro conductos.
En esta imagen quizás se aprecien mejor los dos conductos centrales, uno encima del otro, abiertos permanentemente para refrigerar el motor, y los dos conductos laterales, que cuentan con aletines activos.
Los conductos de la zaga del Lamborghini Huracán Performante
¿Y cómo ha conseguido Lamborghini modificar el rendimiento aerodinámico de su alerón sin que pivote, sin que varíe su inclinación o su altura? Lamborghini nos cuenta que han trabajado con cuatro conductos que nos encontraremos justo bajo la luneta que nos muestra el motor en la zaga – luneta que como no podía ser menos, y para ahorrar peso, es de Plexiglas. Dos de los conductos, los centrales, están siempre abiertos para facilitar la ventilación del vano del motor. Los dos laterales, en cambio, apuntan directamente a los canales aerodinámicos del alerón trasero para variar, sobre la marcha, la carga aerodinámica del alerón. Estos dos últimos conductos se abren y cierran según lo decida el sistema de supervisión central, gracias a unos aletines que están pilotados por un pequeño motor eléctrico que, de nuevo, es significativamente más ligero que el sistema hidráulico que gestiona habitualmente la posición de un alerón activo al uso.
Cuando los conductos están cerrados, la carga aerodinámica en el alerón trasero es máxima, similar a la lograda por un alerón fijo y – como decíamos anteriormente – un 750% superior a la alcanzada en un Huracán Coupé.
Cuando aceleramos a fondo, los aletines abren los conductos que permiten que el aire circule por debajo del alerón, contrarrestando el efecto de la carga aerodinámica del alerón fijo, reduciendo la resistencia aerodinámica, y ayudándonos a maximizar su capacidad de aceleración y alcanzar la velocidad máxima teórica.
Detalle del alerón fijo del Lamborghini Huracán Performante.
La última genialidad de Lamborghini: control de estabilidad vectorial aerodinámico
Aunque Lamborghini no haya apodado de ninguna forma a este sistema o, mejor dicho, a este modo de funcionamiento de sus sistemas aerodinámicos activos, nosotros hemos querido referirnos a él por una descripción más próxima a los sistemas que emplean los turismos modernos. Los controles de tracción y controles de estabilidad vectoriales – describiéndolo muy rápida y sencillamente – tratan de mejorar la estabilidad de nuestro coche en curva limitando el giro – frenando – en la rueda interior, para que la rueda exterior de la curva gire más rápido y nos facilite tomar la curva. Lamborghini ha intentado aplicar esta idea a la aerodinámica activa del Lamborghini Huracán Performante.
Los conductos activos traseros se han situado de manera que uno de ellos facilite el paso del aire por un canal izquierdo, y el otro, por un canal situado a la derecha del alerón, y en ambos casos por debajo de este. Eso ha facilitado que Lamborghini juegue con la apertura parcial o total de cada conducto, con los aletines activos, para que la carga aerodinámica en la zaga aumente o disminuya asimétricamente, en una proporción mayor en un lado del deportivo que en otro.
De esta forma Lamborghini ha conseguido incrementar la tracción en la rueda trasera que se encuentra en el interior de la curva y, sobre todo, compensar la transferencia de masas. Con ello no solo ganamos tracción y estabilidad sino que también, y según asegura Lamborghini, se consigue que aumente la capacidad de giro del coche y que este cambie de dirección con mayor precisión con menor giro de volante.
Aerodinámica activa… pero ligera
Para concluir, ya hemos visto que Lamborghini ha apostado por un avanzado sistema aerodinámico activo, pero también ligero. Lo ha conseguido prescindiendo de sistemas más complejos y pesados, como el hidráulico que pilotaría un alerón activo trasero. Pero también lo ha conseguido empleando componentes de fibra de carbono que además se integran a la perfección con la estética exterior, en la que – lo creas o no – todos los elementos han sido cuidadosamente estudiados en túnel de viento y responde a una necesidad funcional. No hay componentes de atrezo.
Y ahora después de haber leído este artículo decidme que de verdad no estáis un poco más enamorados de este Lamborghini y no pensáis que el Lamborghini Huracán Performante es uno de los deportivos más impresionantes que hemos conocido en los últimos años, y el mejor Lamborghini jamás creado.
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