El coche que visita vuestras pantallas ahora mismo se llama Lamborghini Huracán STO. STO significa Super Trofeo Omologata, dejándonos ver que este coche es un Lamborghini Huracán Super Trofeo EVO de competición y dos ruedas motrices, mínimamente adaptado para su uso legal en carretera. Es un coche notablemente más hardcore y especial que un Lamborghini Huracán Performante, y por citar dos rivales directos de procedencia alemana, solo se podría comparar a un Mercedes-AMG GT Black Series o a un Porsche 911 GT3 RS. Decididamente, el Huracán perfecto para ser el terror de cualquier trackday de élite.
Lamborghini Huracán EVO
Un coche de carreras homologado para circular por las calles
El Huracán más deportivo y extremo jamás creado presume de soluciones técnicas derivadas directamente de la competición. El mayor cambio con respecto a otros Huracán está en su aerodinámica, legalizada para su uso en las calles por la Squadra Corse de la marca y el Centro Stile. Su frontal, su «cofango» – la combinación del cofano y parafango, capó y paragolpes en italiano – está construido en una sola pieza y canaliza el aire a través del fondo plano del coche, hasta desembocar en su difusor trasero.
Al mismo tiempo canaliza parte del aire por la parte superior del coche, generando carga aerodinámica. Una toma de aire tipo NACA alimenta al motor de aire bien fresco, mientras un enorme spoiler ajustable inscribe la parte trasera del coche contra el suelo. La aleta central montada sobre el capó es parte de su genialidad aerodinámica. En la zaga, su carrocería está ensanchada, reflejando el obvio incremento en el ancho de vías trasero. Carrocería que dicho sea de paso, está construida en un 75% en piezas de fibra de carbono.
Este Lamborghini Huracán es un coche obsesionado con la reducción de peso. No solo sus paneles de fibra de carbono son más finos, cuenta con un parabrisas un 20% más ligero que el de otros Huracán y está dotado con llantas ultraligeras construidas en magnesio. En plata: el Lamborghini Huracán STO pesa solo 1.339 kilos en vacío, 43 kilos más ligero que el ligero Performante. A ello también contribuye el hecho de que el Huracán STO es un vehículo de propulsión, y no de tracción total. De técnica tenemos que hablar a continuación, porque hay mucha tela que cortar.
Su motor es el mismo 5.2 V10 de 640 CV que encontramos en otros Huracán, asociado a un sistema de ruedas traseras directrices y una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones. Hace el 0 a 100 km/h en 3,0 segundos, con una velocidad punta de 310 Km/h. Pero en este coche, es más importante cómo da las curvas y cómo de efectivo es un circuito cerrado. Para ello cuenta con hardware como frenos carbonocerámicos Brembo CCM-R, estabilizadoras aún más duras y una dirección menos desmultiplicada, además de la suspensión magnetoreológica MagneRide 2.0.
Sus modos de conducción no tienen nada que ver con los de otros Huracán. Son los STO (estándar), Trofeo y Pioggia, siendo este último el ideal para condiciones de baja adherencia. En el modo Trofeo todos los sistemas del coche se orientan a la máxima efectividad en pista seca, con el sistema de vectorizado del par motor orientado a la máxima tracción en curva. Mientras tanto, iremos bien anclados en nuestros baquets de fibra de carbono, protegidos por una jaula antivuelco y arropados por detalles puramente motorsport como tapizados en Alcantara.
Como sospechas, el precio de este Lamborghini Huracán STO no es precisamente bajo. Antes de impuestos, en Europa arranca en 249.412 euros. Si en España le sumamos el IVA y el Impuesto de Matriculación, nos vamos por encima de los 320.000 euros.