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Lamborghini Jarama Rally, el abuelo del Huracán Sterrato que nació de la creatividad de Bob Wallace

Hace ya un tiempo, mi compañero Sergio Álvarez os contó la historia del Lamborghini favorito de Ferrucio, el fundador de la marca con sede en Sant’Agata Bolognese. El empresario italiano siempre reconoció que el Lamborghini Jarama era el coche perfecto si solo quieres tener un coche”. Construido sobre la base del Espada, el propio Ferrucio reconocía que esta debilidad por el Jarama se debía a que era el compromiso perfecto entre lo que ofrecía el Lambroghini Miura y el propio Espada.

Una combinación que precisamente se alejaba de lo extrovertido del Miura, pero que aun así optaba por un deportivo rápido, cómodo gracias a sus cuatro plazas, pero ligeramente más pequeño que el Espada. Presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1970, es un modelo del que se ven muy pocas unidades en la actualidad ya que apenas se mantuvo seis años en producción con una tirada muy pequeña, de únicamente 328 unidades.

Bajo el capó contaba con un motor V12 de 3.9 litros de origen Lamborghini, asociado ene ste caso a una caja de cambios de cinco velocidades. En total eran 350 CV los que entregaba, al menos en su versión convencional fabricada hasta 1973, pero sí que es cierto que posteriormente hubo otras versiones más deportivas, entre las que por ejemplo destacó el Lamborghini Jarama GTS lanzado en el 72. Sin embargo, hubo una variante todavía más especial.

Bob Wallace, piloto de pruebas jefe de Automobili Ferruccio Lamborghini SpA entre los años 1963 y 1975, había dejado su Nueva Zelanda natal para trabajar en el corazón de la industria automotriz. Primero Lotus en Reino Unido, después llegó a trabajar preparando Maseratis e incluso llegó a ser el mecánico jefe del piloto de Ferrari en la Fórmula 1, Phil Hill. Toda esa experiencia llevó a que Bob se convirtiera inmediatamente en uno de los empleados ideales para una Lamborghini que precisamente se estaba instalando en Sant’Agata.

Wallace, junto a nombres destacados como Giampaolo Dallara y Paolo Stanzani fue uno de los principales motivos del rápido crecimiento de la compañía al ofrecer modelos claramente diferenciados de sus rivales, con toda el alma que quería aplicar Ferrucio a los Lamborghini. En ese proceso creativo se dio lugar también para que se realizaran ciertos experimentos, contando con plena disponibilidad del equipamiento de la fábrica o del stock del almacén incluso para sus proyectos personales.

Es en este punto cuando nacieron modelos one-off basados tanto en el Lamborghini Mira, el Urraco o el propio Lamborghini Jarama. Sobre este último nació lo que se conoció como el Jarama ‘Bob’ o Jarama Rally, un modelo que se mostró pro primera vez luciendo un espectacular tono naranja brillante para su carrocería, en contraste con el color negro elegido para un capó que incluía grandes tomas de aire. Lo más curioso es que, dentro del habitáculo habían montado una jaula de seguridad retirando los asientos de la parte trasera, mientras que las ventanillas laterales habían sido reemplazadas por dos láminas de plexiglás con elementos corredizos tan propios de los rallyes.

Los últimos modelos de una era:

Aunque posteriormente hizo lo mismo con el Urraco, el Lamborghini Jarama Rally se convirtió en uno de los primeros modelos de la marca italiana con capacidades para rodar con cierta solvencia fuera del asfalto, con el motor V12 atmosférico potenciado hasta los 380 CV y aligerando el peso con el uso de paneles de aluminio. Quién sabe si en esa idea se inspiraron a la hora de crear modelos como el Lamborghini Huracán Sterrato, pero lo que quedó para la historia fueron los One-Off creados por la compañía, liderados por Bob Wallace, al inicio de la década de los setenta, justo antes de que Ferrucio vendiera parte de la empresa a inversores suizos y se decidiera por tanto dar menos libertad para este tipo de proyectos.

A día de hoy, el Lamborghini Jarama Rally sigue ‘vivo’ y a no ser que haya cambiado de manos, formaba parte de las propiedades de un coleccionista alemán que se había encargado de restaurarlo y tenerlo en perfecto orden de revista, mientras que el Urraco Rally había viajado hasta Japón.

Galería de imágenes – Lamborghini Jarama Rally:

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Iván Fernández

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